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Artifex Segunda Época nº 11
Editorial Bibliópolis Como bien señalan los dos seleccionadores
(calificarlos de mecenas no sería descabellado), con este libro se cumplen
cinco años de andadura de proyecto editorial conjunto, desde aquel mítico
primer volumen que incluía relatos magistrales como “En las fraguas
marcianas” de León Arsenal o “Una esfera perfecta” de Eduardo
Vaquerizo (ambos ganador y finalista de los Premios Pablo Rido e Ignotus).
Durante once entregas se han dado cita lo más granado de entre los narradores
fantásticos actuales, publicando y cosechando multitud de premios. Un éxito
modesto pero encomiable que ha permitido marcar el camino a seguir y, en el
caso de Prado, fundar una editorial que en apenas dos años se ha
erigido como referente de la literatura fantástica en España. En la presentación se asegura igualmente que, pese
a la existencia de varias revistas profesionales (comerciales sería más
correcto), sumando todas no superarían el volumen de relatos que anualmente
publica Artifex.
Tal panorama afortunadamente ha dejado de ser real gracias a la cantidad de
novedades (fundamentalmente novelas y antologías, aunque sin menospreciar
algunos valiosos fanzines)
de autor español o iberoamericano que pueblan hoy día las librerías –cierto-
especializadas y sirva de prueba esta modesta web. Con puntualidad británica y fieles a su espíritu
de “ofrecer una narrativa fantástica
escrita en español que sea digna de tal nombre”, Prado y Díez
seleccionan algunos relatos notables, recuperando la curva ascendente de
calidad perdida en los últimos números. Brillan los nombres de los dos
autores más en forma del momento: Santiago Eximeno
y José Antonio del Valle, mientras Luis Astolfi
hace méritos pese a su escasa producción y Vaquerizo establece un
puente entre las primeras y casi míticas entregas con la nueva pléyade de
excelentes narradores. Un volumen ciertamente recomendable. Valoración:
6,5 |
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"Amanecer", de José Antonio Cotrina (Segundo
puesto del Premio Alberto Magno) Joaquín, un
tipo corriente, se despierta para comprobar que está solo en la ciudad: el
resto de la humanidad (y seres vivos) ha desaparecido, falla la energía
eléctrica e, insólitamente, algunos sentidos (oído, olfato) no funcionan;
pero el elemento más extraordinario es que cuando camina va dejando estelas
de sí mismo, como si la física que rige el mundo hubiera cambiado y el tiempo
ralentizado. Convivir con el silencio y la soledad más absolutas se torna
rutinario pero imposible de sobrellevar; en esta tesitura ocurre un hecho
inesperado: el encuentro con otros seres en su misma situación ¿Cómo podría
establecerse la comunicación en un mundo así? ¿Qué suceso extraordinario les
arrancó de la realidad? ¿Cabría esperanza o futuro para ellos? Historia
inicialmente catastrofista, de ritmo lento y quizá alargada en exceso. Sin
llegar a ser frecuentes, los relatos donde la temporalidad se ha alterado no
son extraños en la ciencia ficción (véase, por ejemplo, los excelentes “El
asesino infinito” de Greg Egan en la revista 2001, “La ruta a Trascendencia” de
Alejandro Alonso en el volumen de los Premios UPC 2002 ó “El hombre
diferido” de Eric Brown en Cuasar), pero Cotrina impregna su final de un valioso mensaje
optimista (“la vida siempre se abre camino a pesar de las dificultades”) bajo
el que insinúa unas sorprendentes consecuencias que para el mundo real tienen los actos cometidos en
esta particular burbuja espacio-temporal. Simplemente un “pero”: los títulos
que preceden cada sección son demasiado explícitos y ponen sobre aviso al
lector de qué se va a encontrar, con lo que se elimina el elemento sorpresa. Valoración: 7 |
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"Piscis: Arabesco", de
Víctor Conde Zharadh, hija del rey Atot y tan bella como
desgraciada en sus intentos por ser desflorada, comete bestialismo, por lo
que es condenada a vagar eternamente en el cuerpo del delito… hasta que se
topa con Piscis que, a cambio de su vida, accede a robar el elemento que le
permita perpetuar su linaje. Como acostumbra, nuestra heroína deberá sortear
peligros que pondrán a prueba su valor e ingenio, en este caso resolviendo un
acertijo propio de un cuento de Las Mil
y una Noches con detalles de Alicia
en el País de las Maravillas, hasta coronar con éxito su misión (que,
indefectiblemente, acabará sucediendo). Aventura perteneciente a la saga de Space Opera sexy-pulp
Piscis de Zhintra, quien en este capítulo y de
forma decepcionante se rinde sin lucha a la equoreina, aunque a cambio dé
por fin rienda suelta a su libido contenida en anteriores aventuras, para
regocijo de sus rijosos incondicionales. Escritura desenfadada y olvidable,
con la resolución del desafío dando continuos giros que revelan la
imaginación del autor, como siempre al servicio del sentido de la maravilla
(no se busque por tanto mayor justificación a detalles como por qué la equoreina no
pensó en revertir su cuerpo a humana antes de ver a Piscis). Valoración: 5,5 |
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"Sólo el inocente", de Luis Astolfi Un poderoso hombre de negocios hereda un valioso
objeto de su padre, por quien fue abandonado cuando niño. Para hacerse con él
deberá viajar personalmente a Florencia y recoger en una enigmática Basílica
de Cristo Traicionado un objeto desconocido creado por el gran Leonardo da
Vinci. Pero éste posee extraños poderes para
quien sabe mirar… Astolfi continúa con su
revisión de viejos clichés de género, renovándolos con su fina sensibilidad.
Sus descripciones son ricas en detalles de entorno: espacios cargados de
historia o nostalgia (quien sabe si visitados por el autor camuflado de
vulgar turista), costumbres, lenguaje… datos que, sin ser elitistas, ponen de
relieve un ojo entrenado y un alma sensible. Porque su estilo apela a los
sentimientos, liberando poco a poco consignas para crear el clima necesario,
para alcanzar el clímax que invite al examen de conciencia. Otra
característica destacada de su estilo es que sus historias siempre van de
menos a más, de lo trivial a lo excelso, de lo anecdótico a lo colosal, que
en este caso y en un final perfecto descubren una extensión secular. Un
escritor moralista y siempre trascendente. Valoración: 7,5 |
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"El demonio y su señor", de Javier Montellano Triángulo
formado por un anciano mago, su demonio sirviente y el párroco del pueblo que
lo atrapa, y de cómo el primero urde un plan para engañar al cura y liberar
al demonio. Ultracorto directo y contundente (como deben de ser los
ultracortos), que por estilo recuerda a las fábulas de Saki (aunque carezca de su
carga moral) y sin espacio suficiente para desarrollar personajes o demostrar
realmente nada. .Valoración: 5 |
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"El jardín automático", de
Eduardo Vaquerizo Salvo
por un delicado jardín mecánico (automático, en el título), la ciudad ha
permanecido desierta e inalterable durante un tiempo incalculable. Tal oasis
es cuidado primorosamente por un anónimo personaje, un ser de difícil
catalogación: ¿artificial (parece tan viejo como la ciudad y su pensamiento
mecánico carece de objetivos) o humano (sueña, tiene sentimientos)? Su anhelo
de cambio, de movimiento que rompa la inmutabilidad y dote de sentido a su
existencia le llevará a emprender una búsqueda hasta la torre más alta, donde
encontrará unos extraños seres. Relato
circular que sigue la estela de “Tierra poblada de preguntas” (revista 2001)
en donde la humanidad marchó hacia algún ignoto lugar (no se apuntan razones)
abandonando a los robots que, sin función, emprenden la búsqueda de algún
humano al que servir formando largas e interminables columnas. Esta idea
refleja una visión entre pesimista, surrealista y nihilista que recuerda a su
querido Stanislaw Lem; la
poética descripción del jardín automático -libre del sobreadjetivado
que lastran otras narraciones del autor-, la ciudad desolada y triste,
refuerzan la metáfora de la incomprensión del universo por parte de los seres
condenados a vivir en él. Una metáfora y un más que posible homenaje. .Valoración: 6,5 |
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(Finalista
del Premio Pablo Rido 2003) Una empresa
constructora encarga a uno de sus topógrafos abrir una nueva pista forestal
en un remoto pueblo de Zamora. En pleno invierno, con las comunicaciones
dificultadas por el frío y la nieve, sufren un accidente automovilístico que
obliga al protagonista a hacer frente a un ataque nocturno de una manada de
lobos, agazapado junto a su compañero malherido en el interior del todoterreno volcado. Cuando la tragedia está a punto de
suceder, ocurre algo insólito. Relato
de ambientación realista ubicado en una zona rural (que no fantasía rural
castellana, como apunta el seleccionador), donde la intromisión final del
hecho fantástico -tan anecdótica como relevante- le aúna con buena parte de
los clásicos fantásticos. Un primer vuelo que demuestra tablas de narrador
solvente (aunque se cuele alguna pifia, como que el topógrafo marche a buscar
ayuda ¡llevando dos walkie-talkies!) .Valoración: 6 |
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Un
anodino ciudadano, afligido por la pérdida de su familia, se convierte en
involuntaria tabla de salvación para una ciudad asediada por un terror
informe. Relato apocalíptico que incluye pinceladas como que los
supervivientes rechazaron a los entes primigenios que se llevaron a sus seres
queridos ¡con armas de fuego! Cuevas
esboza una relato a priori interesante que, sin embargo, se desinfla y remata
con una floja broma (cierto es que esclarece el misterio, pero muy por debajo
de las expectativas creadas y la capacidad del autor). Eso sí, hay espacio
para defenestrar la cosa pública o denunciar que al borde del fin del mundo
la mayoría de la gente se comporte de forma estúpida y gregaria. Una pequeña
decepción. .Valoración: 5,5 |
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"Al caer la noche", de Santiago Eximeno Una familia
se prepara para la cena en su hogar de un pequeño pueblo cuando un misterioso
visitante llama a la puerta. Es un joven oficiante que ha acudido en su
ayuda, para tallar una estatua de madera que les libere de una presencia que
acecha. Eximeno
se desenvuelve con maestría en distancias menores de 5.000 palabras; en
apenas unas páginas despliega un complejo nudo de relaciones y sentimientos
entrecruzados: angustia, respeto, rechazo, amor, miedo… Como en él es
habitual, recrea una atmósfera perfecta en su sencillez, dosificando la
información sobre el misterio o las reglas internas que rigen este particular
mundo, utilizando los personajes justos y necesarios y aunando terror y
presencias infantiles en un cóctel desasosegante que recuerdan a Ramsey Campbell.
Como observación personal, creo que el relato hubiera funcionado mejor como
historia de fantasmas. .Valoración: 7 |
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"Tu vida y algo más", de José Antonio del Valle Gabriel,
licenciado de la guerra de Marruecos, retorna a casa. En medio del traqueteo
del tren, recuerda: amores despechados que le empujaron a enrolarse en el
ejército, correrías de recluta, terribles experiencias de guerra… y su
insólito trato con un sargento, que de nuevo se encuentra junto a él. José Antonio del Valle continúa revisando
episodios nacionales en clave fantástica. Ambienta excelentemente sus
historias, enriqueciéndolas con un lenguaje adaptado a la época y lugar, en
este caso para describir de una forma sorprendentemente vívida un capítulo
terrible de la historia negra de España: el desastre de El Annual. Con pinceladas aisladas dibuja el cuadro global
(por ejemplo, cuando describe el desaliño del uniforme de un miembro de la
benemérita viene a reflejar el abandono sufrido por gobernantes y mandos, el
picor de su cicatriz evoca antiguas acciones de guerra, o el significativo
detalle de compartir viandas entre desconocidos una norma social que sitúa al
lector en una determinada época). Pero, sobre todo, ya en el primer diálogo
consigue romper la línea que separa realidad de delirio: “Te he visto morir dos veces”. Un
perfeccionista que cada vez escribe mejores historias. .Valoración: 8,5 |
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