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Asura
Varanasi, un cáncer de podredumbre, edificios en ruinas y abigarrados templos en
honor a deidades hindúes, erigido junto a los ampliados márgenes del río
Manzanares. Kurtuba, un miasma de mezquitas y
mercadillos árabes, que inunda la Diagonal y Ramblas barcelonesas. Ambos
forman la Réplica, un crisol de religiones y sectas, una comunidad cerrada
donde millares de individuos malviven al margen de Occidente del que poco o
nada conocen. En este submundo caótico y
asfixiante, el inspector de policía Amadeo Romero solicita la ayuda de un
antiguo inspector ahora recluido en un sanatorio mental por su implicación en
el extraño desenlace de una cadena de asesinatos. Perseguidos por un mafioso
local, ambos investigadores deberán ocultarse con la ayuda de Gina, una
muchacha cuya única esperanza consiste en salir del guetto.
Mientras, Asura espera oculto el momento de resarcirse por su reclusión. Este policial de ambientación atípica se inicia de
forma muy sugerente, presentando un atractivo futuro próximo. Las razones de
la existencia de la Réplica y la contaminación ambiental (la omnipresente Nube)
son explicadas someramente, demandando una profundización mayor que fue
suprimida por insatisfactoria del relato original. Incluye discretos toques cyberpunk
(gafas con conexión a la Red, alterados
con implantes, vehículos auto-conducidos) en un escenario orientalizado,
que podríamos etiquetar como hindopunk. De hecho, éste último elemento constituye el
principal atractivo de la novela, una investigación por otra parte bastante
tópica. El autor juega con la imagen especular de la
India, intentando desubicar al lector merced al uso de idénticos topónimos
(como el reiterado río Ganges por Ganga),
equiparación de situaciones (como las crecidas y desbordamientos por efecto
de la Nube, que aquí juegan el papel de los monzones), o el paisaje urbano:
templos, aglomeraciones humanas, rickshaws, etc.
Igualmente, de forma consciente añade confusión a algunas escenas: además del
exótico escenario, posterga explicaciones (con frecuencia presenta a los
personajes en plena acción y pueden pasar decenas de páginas hasta conocer
los motivos), incluso emplea diferentes cursos de acción en tiempos
diferentes, que rompen la linealidad y descolocan temporalmente las escenas
(como en Pulp Fiction).
Aunque no falten los momentos caóticos (como el rapto de la hija del Sr. Delhi
¿quién mata a quien?) Santiago
Eximeno es un escritor
fogueado en publicaciones de aficionados (fanzines). Sus primeros relatos
tomaban por escenario historias de terror pero, poco a poco, ha ido
evolucionando hacia una fantasía oscura más sutil y depurada. Lo que no le ha
impedido tocar todo tipo de géneros: erótico, western,
ciencia ficción… aunque los resultados en este último caso sean más bien
discretos. El año pasado su carrera dio un vuelco al obtener el Premio Ignotus de relato -el mayor reconocimiento del fantástico
literario español- por “Origami”, una inquietante
historia sobre un jubilado y su afición a la papiroflexia. Quizá por ello,
alentado por su editor, se decidió a expandir a longitud de novela un
estimable relato publicado en la revista no profesional Valis nº 13. “Varanasi”, declarado homenaje a la película Seven,
constituye así y con ligeras modificaciones el capítulo inicial de ésta su
primera novela. Los papeles de Brad
Pitt y Morgan
Freeman son interpretados aquí por Constantino Cabero y Amadeo Romero (inviertan los apellidos y
sorpréndanse de qué famoso personaje podría encarnar a uno de los
protagonistas). Como ellos, los habitantes de la Réplica son perdedores,
marionetas atrapadas en una prisión de la que no pueden escapar: las
multinacionales se adueñaron de un mundo en descomposición, para crear sus
propios feudos e imponer su ley; los fieles que acuden a diario a las
escalinatas del río para purificarse y realizar ofrendas son súbditos de la
Compañía, que les proporciona trabajo a cambio de controlar sus vidas. Con
este telón de fondo transcurre la investigación policial narrada en ese
primer capítulo. Sin embargo, una vez concluida ésta, la larga persecución
posterior y el juego de interrelaciones y venganzas entre personajes no
brillan a la misma altura: la prosa se torna funcional, la intensidad decae,
las escenas se antojan mera excusa para un tour por la Réplica; en definitiva, se nota que es un relato
alargado hasta la extensión de novela. No obstante, a pesar de que la trama sea
previsible, el vínculo entre policías demasiado etéreo o el sempiterno
ambiente gris resulte monótono, existen suficientes elementos de interés como
para justificar su lectura; como la influencia cinematográfica de algunas
escenas, como la persecución durante el Utsavam o
el largo clímax final (al que le sobra hemoglobina), la correcta dosificación
de información, unos personajes arrastrados por las circunstancias… Una novela irregular aunque interesante, de un
autor con gran proyección publicado en una pequeña editorial que ha mejorado
notablemente su producto respecto a anteriores entregas. Valoración:
6,5 |
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