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Gigamesh 37 Después de un excelente número 36, Gigamesh
retorna –esta vez con puntualidad- con otra entrega no menos sobresaliente:
con el permiso de la revista Asimov, incluye algunos de los mejores relatos del momento
(nacionales y extranjeros), ahora sin la carga publicitaria de apoyo a su
homónima colección de libros (que, ciertamente, tampoco molestaba);
igualmente, intenta recuperar uno de sus otrora sellos distintivos, como son
los artículos y ensayos de calidad sobre el género, aunque en este número
ofrezca una de cal y otra de arena. Por el contrario, la calidad de las reseñas
bibliográficas sufre un ligero retroceso: si en la segunda época de la
revista se podía achacar a éstas una excesiva longitud, con frecuencia
utilizada para lucimiento personal del crítico, Gigamesh 36 marcó un techo que no ha podido ser igualado por el
posiblemente mejor plantel de reseñadores del momento (quizá porque faltaban
algunos nombres); salvo el excelente miniensayo de Alberto
García-Teresa sobre Choque de Reyes,
mucho mejor las reseñas breves. Completan el número Keep Watching the Skies (única colaboración que se salvó de la quema en
esta tercera reencarnación; en su línea habitual de descubrimiento de joyas
extranjeras), Hit-Parade
de la crítica, Correo, Los Más Vendidos (¿a alguien interesa esta
sección? Quiero decir, además del staff de la tienda; luciría mejor en web y esas tres páginas podrían emplearse para otras
cosas… bueno, la competencia incluye publicidad) y Novedades Editoriales
(listado muy completo, referencia obligada para el aficionado). La nueva
maquetación va calando y en ello ayudan las espléndidas ilustraciones de Daniel
Sangorrín y Verónica Casas. Como el número
anterior, un crimen perdérselo. Valoración:
7 |
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"La HispaCón, la lengua de los elfos y las
palatales serbocroatas", de César Mallorquí Decepcionante
artículo del genial narrador, especie de continuación de “¿Por qué no fui a la HispaCon?”
(Gigamesh, 6), muy lejos de la
lucidez apuntada en “Anteproyecto de un
canon para la ciencia ficción” (Gigamesh, 32; con el que se podía estar o no de acuerdo,
pero pocos dudan de su encomiable esfuerzo crítico). Mallorquí
explica la, a su juicio, dicotomía entre Convención SOBRE ó DE
AFICIONADOS A Literatura Fantástica y Ciencia Ficción, realiza un elogio
de la mesa redonda titulada “La
literatura fantástica y de ciencia ficción vistas desde fuera” celebrada
durante la pasada HispaCon
de Xatafi 2003 (en la que varios relevantes
escritores relacionados con el fantástico aportaban su particular punto de
vista: José María Merino, José Carlos Somoza,
Lorenzo Silva y el profesor Angel García Galiano), e incluye
algunas recomendaciones sobre cómo mejorar las HispaCones. Por cierto, en su
tesis añade una comparación entre fandom y nacionalismo excluyente (tomados ambos como guettos) que
podría levantar ampollas. El problema
del artículo, al margen de los inocentes consejos de mejora (publicitar mejor
el evento, buscar financiación externa) que no aportan solución práctica
alguna, es que César ofrece datos y opiniones desde la inasistencia
militante y, por tanto y perdóneseme el exabrupto, su desconocimiento supino.
Si para la mesa redonda que le sirve de referencia la personalidad y
experiencia de sus integrantes puede ser suficiente acicate para retomar
temas mil veces tratados (tradición fantástica española o falta de ella, la
artificiosidad de los géneros, etc.), para aportar mejoras palpables a este
tipo de actividades es necesario al menos estar familiarizado con ellos. Así
su “novedosa” idea de intercalar actos de mayor calado literario (para atraer
a otros sectores) junto a otros dirigidos a los aficionados (que son quienes
organizan y constituyen según Mallorquí el
“público natural” de las HispaCones) no sería tomado poco menos que como un intento
de reinventar de la rueda. Se agradece la sinceridad, máximo viniendo de tan
ilustre persona, pero es un esfuerzo baldío. Si se
hubiera tomado la molestia de documentarse un poco, habría descubierto que,
año tras año y con mayor o menor éxito, se han venido realizando este tipo de
actos prácticamente desde su inicio, con los medios modestos que cada
organización ha podido contar en cada ocasión. Así, los más viejos dicen aún
recordar el concierto de Radio Futura en Madrid, pero también
conferencias sobre la obra de Tolkien a
cargo de reputados profesores universitarios o, incluso, políticos en
ejercicio (examinando los entresijos políticos de la Tierra Media). Y esto es
sólo un ejemplo entre muchos. Tampoco
estoy de acuerdo en que no existan actividades literarias, abiertas,
aperturistas, ajenas a la propia HispaCon; por supuesto que ésta debe buscar un equilibro
entre actos Sobre y De Aficionados pero hoy día, afortunadamente, el género
fantástico y de ciencia ficción puede contar con actividades académicas y/o
elitistas (en sentido positivo) tales como las Jornadas de Literatura
Fantástica auspiciadas por la Asociación de Amigos del Museo Romántico (en
las que el propio César asistió como ponente) o las más recientes Suturas y Fragmentos, o Kosmópolis. Sin
olvidar sencillas conferencias de escritores en ferias del libro o semanas
culturales repartidas por toda la geografía española. Lo que sí es
cierto es que aún falta trecho para hacer de las HispaCones también un punto de
encuentro profesional. El mercado tiende hacia ello y las editoriales,
distribuidores, libreros… deberían empezar a pensar en no delegar siempre y
únicamente en manos de aficionados una parte de su negocio. Valoración:
3 |
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"Los hijos de nuestros
hijos", de José Antonio del Valle En el pequeño guetto judío de Jerusalem, en la Palestina ocupada por los nazis, todos
guardan un entrañable recuerdo de Simón el Fundador; tras su milagrosa huída
del campo de concentración, vivió para un único propósito: perpetuar su
estirpe y lograr que algún día se hiciera justicia con los suyos. Eleazar el
rabino es guardián de su memoria; prometido con una impura (dato que se revelará esencial), su dedicación es plena
para con su comunidad. Cuando el hijo díscolo del gobernador nazi realiza
unos estudios estadístico-médicos sobre su gente (la degeneración de las razas inferiores a causa de la
endogamia), su fe será probada y el secreto que guardan celosamente durante
siglos podría ser por fin liberado. En un universo exquisitamente ambientado, donde la
dominación nazi llega hasta las puertas de una Norteamérica tolerante con el
nuevo orden mundial, destaca la magistral descripción del torturado pueblo
judío, sin futuro pero siempre con esperanza. Los personajes, aunque sea un
tópico decirlo, están vivos, hablan
y sienten como los miembros de una comunidad judía de un guetto cualquiera durante la
Segunda Guerra Mundial (al menos, de una forma creíble para el profano), con
ricas y diferenciadas personalidades, todo un prodigio para tan corta
extensión: Eleazar el rabino, custodio de la tradición y las costumbres; su
prometida, la joven y bella Miriam, que ve en su nuevo pretendiente la
esperanza de huida; el niño que recita la genealogía y escrituras sagradas y
está llamado a ser la memoria de su pueblo … La dosificación del misterio oculto es clave para
el mantenimiento de la tensión del relato hasta su lógico desenlace, cuya
resolución siempre ha estado presente para el lector pero sólo al final
adquiere la fuerza necesaria de la revelación. Ricos diálogos que intercalan
vivencias judías impregnan la rutina de estos parias en su tierra, con un
estilo encantador que se complace en el detalle y atrapa indefectiblemente al
lector. Un relato impresionante, ganador del Pablo Rido
2002. Valoración: 8,5 |
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"Viajes con la reina de las
nieves", de Kelly
Link Una solitaria viajera camina en busca de su amado Kay, quien tras una discusión montó en un trineo tirado por
30 gansos comandados por una hermosa mujer. En la confianza de que aún le
añora y deseando conocer las razones de su abandono, dirige sus pasos hacia
la morada de la Reina de las Nieves, con humildad y la ayuda de un mapa
mágico hecho de cristales rotos dibujado en sus pies. En el camino se topará
con diferentes mujeres, que le muestran otras formas de contemplar la vida y
le abrirán los ojos a una nueva realidad. Relato escrito en evidente clave simbólica, donde
el viaje de la protagonista –siempre hacia el Norte- adquiere un significado
de revisión vital, el mapa de cristales rotos que hacen sangrar sus pies
revela una forma particularmente atormentada de afrontar la vida, etc. En esta historia las mujeres –la liberación de la
mujer- son las verdaderas protagonistas, poseen matices, tienen personalidad;
los hombres, en cambio, aparecen como meros arquetipos (además negativos), en
una inversión trivial de papeles reflejada en otros ámbitos de la sociedad:
el que no merece la pena, el que no sabes lo que le ven las demás, el que
tras las apariencias tiene algo que ofrecer pero su pasado no es trigo
limpio… Cierto que la vida de éstas gira en torno a los hombres, asumiendo en
muchos casos roles de dolorosa dependencia y/o protección maternal del que es
preciso liberarse (si se desea), pero el mensaje final –a priori positivo- no
carece de un cierto tono revanchista y reaccionario: cada mujer debe labrarse
su propio destino y a todas desea felicidad… pero a su anterior amante augura
que ésta sólo podrá ser temporal, porque es un hombre por el que no merece la
pena luchar (negándole de facto todo valor para otra mujer). Sólo desde el
dolor puede entenderse un mensaje así. Técnicamente, está escrita en una difícil segunda
persona, que refuerza el mensaje directo al lector, con pasajes más que
oníricos, surrealistas, en la línea de Lewis
Carroll (véase el diálogo del cuervo Cicerone
en el castillo de Rosa Silvestre). Igualmente, utiliza el recurso de
personajes y situaciones deformadas de cuentos tradicionales,
subvirtiéndolos. Fue Premio James Tiptree. Valoración: 7,5 |
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"Weird Tales, the unique magazine", de Fank G. Rubio Reedición del artículo aparecido en la revista Solaris nº 18, con leves correcciones y un
anexo de 13 autores publicados en la mítica revista. Documenta excelentemente
su evolución editorial, directores y etapas, aunque no tanto
sobre contenidos. En el anexo, portento de síntesis, realiza una
reseña bio-bibliográfica de cada autor, pero –salvo
excepción- no señala qué obras hicieron allí su aparición, su importancia
para la revista o la revista para el autor, etc. Valoración: 7,5 |
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"Julius Wilson", de Lorenzo Luengo Julius Wilson y el anónimo protagonista son dos decadentes jóvenes
victorianos que, tras terminar estudios, inician juntos el habitual periplo
por lugares exóticos antes de integrarse en sociedad. Julius
es un bon vivant, un
libertino que disfruta de los placeres de la vida llevados al extremo; pero,
tras largos meses de indolencia no exenta de privaciones, sobrellevadas con
juventud y bohemia, la rutina trae consigo tedio y Julius
cae preso de accesos de melancolía que provocan un distanciando de la mutua
amistad. Hasta que aparece una muchacha con un terrible estigma que alterará
el destino de sus vidas. Lorenzo Luengo –como el propio
Wilson- es un esteta. Sus relatos suelen contar con descripciones
preciosistas, que se deleitan en el detalle y recargan una ambientación habitualmente
romántica. Para ello, utiliza una prosa elegante y un lenguaje culto
enriquecido con un vocabulario amplísimo que, no obstante, no carece de
lastres: alargamiento interminable de frases (con párrafos que se extienden
hasta cuatro páginas), una adjetivación excesiva, oraciones con demasiados
hilos paralelos que con frecuencia desembocan en pérdida del hilo conductor
principal, indeseadas reiteraciones motivadas por un afán culteranista
(“no comía nada que tuviera que superar el escollo de la garganta”).etc. Luengo parece como si se regodeara en
una época y personajes vitalistas de los que le gustaría haber disfrutado. Estructuralmente,
posee dos partes: en la primera, el protagonista absoluto es la excelente
recreación de ambientes y personajes decimonónicos, y donde apenas existe
acción; la segunda se inicia tras la ruptura de la situación anterior a causa
del rescate de la muchacha, que derivará en el descubrimiento de un terrible
secreto (que resulta casi irrelevante para el lector frente a la anterior
fuerza descriptiva). Un relato para leer morosamente y disfrutar del detalle
erudito. .Valoración: 7,5 |
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