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Los
mundos duales CONTRAPORTADA: Silvia es una adolescente de nuestro tiempo que lleva una vida corriente, que estudia en un instituto, que quiere ser psicóloga, que escucha a Bon Jovi y que espera que Julen se fije un poco en ella. Vive con sus padres y su perro Seti, un magnífico setter. Tras sufrir un accidente se ve transportada a Mendh Yetah, uno de los llamados “Mundos duales”, tan frecuentes en el Universo como desconocidos para la inmensa mayoría de sus pobladores. Así, sin comprender nada de lo que le está sucediendo, se ve empujada a participar en una intriga que le llevará a liderar, a su gusto o, tal vez no, una revolución destinada a enderezar de una vez por todas el rumbo de ese injusto mundo.
Conocerá a Gheywin, el guerrero goljiano, a Ruan, descendiente del gran Kalun, quien otrora plantó cara a las estirpes nobles, al malvado Mascoldin, consejero de la reina Shat, a las tres brujas iskhares, a Groj, el buitre de Rhunwer a Radjha, su alter ego, y a otros personajes. Sabrá de la Milta, la valiosa planta que posibilita el tránsito entre los mundos, se aterrorizará con los whorgos, temibles bestias adiestradas para la guerra por los iskhares, poseerá un grow o “alma que se lleva”, sentirá el poder de las armas musicales y descubrirá una revelación sobre su propia vida oculta desde mucho tiempo atrás. Deberá aprender a dominar su mente, facultad innata de los nobles de Mendh Yetah, para lo que su encuentro con Wada Morotta, la bruja iskhar, le será de gran ayuda. Su destino quedará unido inevitablemente a ese mundo y su paso por él permanecerá para siempre en las crónicas de Mendh Yetah.
Para conocer mejor en mundo dual de Mendh Yetah, la novela incluye una “guía para el visitante” al comienzo de cada una de sus partes. En esencia se trata de una novela de aventuras con tintes fantásticos destinada sobre todo al lector adolescente, no exenta de valores morales y de un cierto sentimiento de justicia social. |
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