Pashazade
Título Original: Pashazade
Autor: Jon Courtenay Grimwood
Editorial: Minotauro
Colección: Ucronía
Tipo de libro: Novela inédita
Fecha de publicación: Mayo 2005
Precio: 17,50 €
Páginas: 336
Formato: rústica con solapas
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Comentario:
El orondo comisario Félix Abrinski, expulsado de la policía de Los Ángeles y actual responsable policial de la ciudad franca de El Iskandria (Alejandría) debe abordar el asesinato de una influyente dama de la alta sociedad local. La viuda Lady Nafisa murió apuñalada con su propia pluma estilográfica y todos los indicios apuntan a su sobrino Ashraf Bey, recientemente llegado a la ciudad. Pero el viejo sabueso duda de las apariencias e involucra al joven en la investigación, que pondrá de relieve la corrupción existente en las más altas esferas políticas de la ciudad.
A pesar de que la novela de Jon Courtenay Grimwood se anuncia como una ucronía ubicada en el siglo XXI, donde Alemania ganó la primera guerra mundial y pervive el Imperio otomano, el libro se ajusta un poco mejor a la etiqueta ciberpunk con algunos toques exóticos; ambientación que, no obstante, va diluyéndose poco a poco en la confusión general. La tecnología se corresponde más o menos con el nivel actual (satélites, armas, existencia de una Red global) con algunas peculiaridades propias del thriller futurista: nanotecnología, implantes, drogas de diseño.
El Iskandria es una ciudad-estado de gran relevancia económica y política, asociada al imperio otomano. Un cruce de culturas árabe, otomana, colonial francesa, invasora alemana y anglosajona procedente de ultramar. Un nexo de unión entre el aperturismo occidental y el tradicionalismo de oriente, donde coexiste la relajación de costumbres (alcohol, sexo) con los matrimonios de conveniencia. Una especie de Casablanca en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, en la que se dan cita un hervidero de agentes de potencias extranjeras que dirimen sus disputas de intereses en luchas soterradas.
Este sugerente marco ucrónico, enriquecido con el complejo rompecabezas político (la gran Alemania posee asesores militares en la ciudad que, a su vez, ha firmado tratados de alianza con Francia), es desaprovechado completamente. De idéntica manera, el formidable potencial de esta cosmopolita urbe, poblada por gentes de muy diferente condición, religión y abigarrada arquitectura pluridisciplinar, podría haber estado mucho más presente durante el curso de la narración, cuando apenas sirve de fondo para alguna escena menor. Igualmente, la mirada del narrador y personajes es decepcionantemente occidental, sin profundizar más allá del tópico más o menos colorista.
El auténtico protagonista de esta caprichosa historia es el citado Ashraf Bey, un personaje que a ratos es llamado ZeeZee o Raf, a secas. Raf se refugia en una supuesta pérdida de identidad, cuando lo que realmente le ocurre es que no encuentra su lugar en el mundo. En su alocada juventud frecuentó la compañía de la mafia china, lo que le valió una condena en prisión, y ahora se oculta para evitar ser localizado. Sorprendentemente, posee un hardware especial instalado en su cabeza (a ratos llamado fantasma, zorro, o de cualquier otra ridícula manera), del que sólo sabemos que su función es mantenerlo vivo aunque se desconozca quien, por qué y para qué fue implantado. Demasiados interrogantes que, quizá, se expliquen en las dos siguientes novelas que componen la trilogía (el tercero, inédito, ha sido recientemente anunciado).
Grimwood plantea una estructura formal arriesgada y rocambolesca. Los capítulos iniciales saltan de delante hacia atrás y vuelta hacia adelante en la secuencia cronológica de los hechos, haciendo participar a personajes sin una mínima presentación, utilizando un estilo caótico, abigarrado pero atractivo, plagado de afiladas descripciones, argumentaciones laterales e insólitas digresiones (sirva de ejemplo las teorías del psiquiatra Anthony Mullbank sobre la terapia de la luz). Una novela coral planteada como un puzzle, más extraño que original, más epatante que genial.
En líneas generales, el libro decepciona por las altas expectativas creadas. La ambientación exótica, los personajes insólitos, el misterio a resolver, da paso a una confusa trama que se resuelve en un final cliché. Un libro que promete mucho más de lo que finalmente ofrece. Una verdadera pena.
Valoración: 6