Storkrong, tierra perenne de oscuridad, maldita por la ira del dios Stokragnark contra el último de los reyes de la dinastía Jatu, Korut Zinsgark Jatu, el último de los reyes de la luz, preñada de abominables bestias que se ocultan en sus sombras para terror de los mortales. En este espacio de horror, oscuras traiciones y resentimientos ancestrales, escrutado atentamente por la mirada de los dioses desde su eterna morada del Eljkar, desde donde libran su personal y cruenta partida de ajedrez con peones que sienten y sangran, hay aún tiempo para el amor y el valor.