Información de contraportada:
Will comparte con su padre una afición muy extraña para un chico de catorce años: pasa su tiempo excavando, buscando tesoros perdidos en las entrañas de la tierra. Así descubre que, bajo el mismo Londres, existen túneles que no constan en ningún mapa y puertas olvidadas durante siglos. Pero... ¿adónde llevan? Cuando el padre de Will desaparece misteriosamente, el joven decide aventurarse en su búsqueda, desafiando la oscuridad y el temor a lo desconocido. Con la sola ayuda de su amigo Chester, se dirige hacia un mundo fascinante y a la vez aterrador, un mundo lleno de sorpresas, con sus propias leyes, extraños personajes... y terribles amenazas.
El libro que la crítica mundial ha calificado ya como el nuevo Harry Potter, una apasionante aventura que transporta al lector, de la mano de su joven protagonista, a un lugar extraordinario y mágico, oculto bajo nuestros propios pies. La idea de este mundo subterráneo surgió porque debajo de la casa que Roderick Gordon compró en Norfolk se supone que hay un túnel –que él nunca ha conseguido encontrar–, que comunica con la iglesia de la localidad. Además, en Merseyside, donde vive Williams, hay quilómetros y quilómetros de túneles construídos en los siglos XVIII y XIX.