Información de contraportada:
Somos muchos los que cada día nos movemos en Internet en un universo de páginas, foros y chats donde damos rienda suelta a nuestras aficiones y afanes creativos, en este caso, literarios. Muchos los que desde nuestros rincones privados y, a veces, muy alejados entre sí, nos comunicamos, colaboramos, conversamos, y sobre todo, nos leemos. Gracias a este pequeño milagro, es posible que surjan libros como éste.
Después de muchos años de llevar una vida (buena vida, no puedo ni quiero negarlo) alejado de mis creídas ya superadas fantasías juveniles de ser escritor, en el verano del 2006 descubrí por casualidad un mundo en la red lleno de posibilidades y promesas. Un mundo lleno de compañeros, de relatos, de inquietudes. Y recalando en una página en concreto, Ociojoven, y en los magníficos compañeros que en ella encontré, conseguí recuperar mi antigua ilusión. Volví a escribir relatos, los compartí, y mis venas se llenaron de una energía vivificante y cautivadora casi olvidada. Ahora estoy de nuevo felizmente atrapado entre palabras e historias.
Éste es el resultado de ese primer año en que volví a soñar. Doce cuentos, uno por mes. Tres series de relatos conexos, según fueron apareciendo en mi mente. Y los mejores textos que concebí para los amigables retos promovidos en la página. Un poquito de todo. Fantasía, ciencia ficción, suspense, terror... Como me gusta decir, yo sólo cuento historias. La imaginación la deben poner los lectores. Los prologan los compañeros de la página. Sin ellos yo no podría haber ni empezado, ni continuado. Son sus comentarios y sus críticas las que me hacen seguir, y mejorar. Quiénes mejor que ellos para presentarlos. Y dos maravillosos ilustradores los convierten en algo más que sílabas y letras. Sus dibujos complementan las narraciones y las hacen volar muy alto.
En realidad, éste no es un recopilatorio al uso, concebido con el único fin de ser divulgado. Es más bien un regalo que me autorealiza. Una especie de postal que me envío a mí mismo, para no olvidar ese maravilloso año. El año en que volví a escribir. El año en que recuperé mi sueño. Un año lleno de palabras. Por eso lo firmo con mi nick. Porque ese año, yo empecé a ser... Nachob .