Información de contraportada:
«Más allá de los treinta» (Beyond Thirty) (1916), de Edgar Rice Burroughs (1875-1950), novela que también es conocida con el título de «El continente perdido» (The Last Continent) es, más que una reflexión personal, una obra que da cuenta al menos en parte del estado de cierta opinión pública en una época dada. «Más allá de los treinta» fue escrita en julio y agosto de 1915. En aquella época las trincheras ya prosperaban en los frentes europeos y las aplicaciones de los gases de combate ya habían triunfado en Ypres en abril de 1915. Sin embargo, la «guerra fresca y alegre» todavía no había degenerado en la matanza de Verdún (1916). Apasionado por el arte militar antes de reconvertirse en autor popular, E. R. Burroughs no podía dejar de interesarse por todo aquello. El resultado fue esta breve novela que se sitúa aparte de toda su obra, aunque respeta los esquemas narrativos tradicionales. «Más allá de los treinta» es una ucronía en la que Estados Unidos nunca entran en guerra con los Imperios centrales y dejan que Europa se hunda en luchas intestinas. Bajo su hegemonía, el conjunto del continente americano queda aislado del resto del globo y se une en una Federación Pan-Americana. La historia se desarrolla en 2137, una época en la que está prohibido cruzar la zona de influencia panamericana que se extiende de los 30º de longitud este a los 175º de longitud oeste. Para vivir felices, vivamos ocultos.
«El continente perdido», una de las novelas más extrañas, enigmáticas e interesantes de Burroughs, es, además de la única novela de verdadera ciencia ficción que llegase a escribir nunca, una de las obras, pese a sus defectos (más de juventud que de otra cosa), más completas que nunca escribiera. Lejos de las largas sagas a los que nos tiene acostumbrados el padre de Tarzán, la concisión y la brevedad marcan esta pequeña obra maestra olvidada por público y crítica.