Información de contraportada:
Mil peligros aguardan en esta cuarta entrega a nuestros protagonistas, que avanzan con dificultad hacia su destino, acosados por sombras reales e imaginarias, pues nada es lo que representa. Cada cual habrá de enfrentarse a sus propios fantasmas, a sus miedos más profundos. Ungüentos y pócimas singulares librarán de la maldición de los ocultos a personajes heridos por sus terribles garras pero imprescindibles en la lucha contra los esbirros de Juraknar.
El traidor ha sido desenmascarado, pero Draguilia arde en llamas y muchas ciudades han sufrido saqueo. El poblado de las tigresas ha quedado reducido a cenizas. La pagoda, símbolo del poder, ha caído también. Los hijos del dragón se sitúan al borde de la muerte y una serie de circunstancias va retrasando el cumplimiento de su misión. Parece que todo está perdido. Quizá solo quede confiar en la incombustible fuerza interior de los elegidos para salvar Meira.