Información de contraportada:
Las arenas del desierto o las playas de los mares del Sur le son indiferentes a Robert E. Howard a la hora de plasmar las aventuras de sus héroes. Son personajes más grandes que la vida, más poderosos que las fuerzas de la naturaleza y más terribles en su ira y su venganza que los mismísimos dioses del Infierno. Después de las aventuras de Dennis Dorgan, marinero de segunda clase, le toca el turno a uno de los personajes más carismáticos e interesantes del texano: Francis Xavier Gordon, El Borak, El Rápido. Un hombre llegado de las llanuras del Oeste norteamericano para enfrentarse a la maldad encarnada en todos aquellos que pretenden hacer de las estepas de Asia el patio trasero de sus fechorías. El Borak, como hiciera el legendario Lawrence de Arabia, se pone de parte de los nativos para ayudarles a conservar una independencia que todo Occidente pretende arrebatarles, convirtiéndoles en meros peones de un gran juego que, al igual que pasaba con Kipling, los considera como piezas prescindibles de una partida que se desarrolla por todo Oriente y que tiene como objetivo la conquista final del mundo. Como si fuera la continuación directa de otro de los héroes de Howard a quien ya conocemos (Kirby O’Donnell), El Borak viaja por Afganistán no disfrazado de afgano, sino convertido en uno de ellos, con sus mismos intereses, deseos y aspiraciones de libertad. Ciudades perdidas en el Himalaya, o construidas por terribles adoradores del Diablo, venganzas que tardan años en cumplirse, persecuciones que no se sabe dónde han empezado, batallas épicas más allá de lo imaginable, las luchas más despiadadas escritas por Howard... tales cosas son el telón de fondo de unas historias magníficas, poderosas y excitantes como pocas. De nuevo, Howard roza lo magistral, y por ello le damos las gracias. Este primer volumen (seguirá otro que cierre el ciclo), recoge las ilustraciones de M. W. Kaluta para la edición de Zebra Books. Un orgullo por partida doble.
Quinta entrega de nuestra serie dedicada al más importante de todos los creadores de aventuras del siglo veinte; en esta ocasión, un personaje que recorre las sendas de la aventura luchando desesperada y fieramente contra unos enemigos cuyo número no deja de crecer: Francis Xavier Gordon, El Borak, El Rápido... un nombre conocido de un lado a otro del mundo, un antiguo pistolero de El Paso convertido en vengador justiciero. Aventuras desenfrenadas, venganzas sin cuento, enemigos casi imbatibles... tales son los elementos más frecuentes en estos relatos, pero con ese toque personal que siempre tiene Howard y que consigue que cada historia resulte única, una verdadera joya que nunca hay de abandonar sin apreciar y conocer.