Información de contraportada:
Tras abandonar las “Tierras de Crocom”, Sam York se dirige a Drimepolis, la gran urbe del planeta Drimeros. Pero Sam no imagina que ésta es una megaciudad del lejano futuro, del “más” lejano futuro. Una ciudad donde sus, recién adquiridos, poderes crocomitas de poco sirven frente a las ultra-avanzadas mentes drimerianas.
En Drimeros, las enfermedades nunca han existido y la teletransportación ordenada es el principal medio de transporte. Los sueños son interactivos y las mentes están dominadas por un gran recepto-emisor, el CNI (Centro de Ninguna Interferencia), unidad bajo el mando del creador Boss. Sólo los “Insatisfechos” o “Alteradores del orden”, ciudadanos que por error de sus SIMs (Sueños Interactivos Mentales) de retorno han captado viejas ondas de amor y desoladoras imágenes del pasado terrícola, algo desconocido en aquel lejano tiempo, se enfrentan a los Agentes Reinsertores, la mejor preparada futuro-policía de la I.A.F., los encargados de reordenar sus mentes o, en su defecto, de hacer que éstas se autoletaminen, siendo el “Autoletamiento” el único método capaz de causar la muerte.
Pero para su rebelión, éstos necesitan de un líder, de una cabeza pensante, de una mente que esté libre de los dominadores impulsos que periódicamente sacuden sus cerebros. Como la Impulsamina, la tempranera orden que diariamente pone en marcha sus vidas. Requieren de alguien como Sam; un ser dotado de fuerza bruta y carente de temor para causar la muerte, un cometido que sólo la mente y el corazón de un terrícola de la Tierra soportaría. También ellos son su única esperanza para llegar hasta Boss. Sólo junto a los “Insatisfechos” y una inesperada ayuda podrá acceder a él y hacer que éste le cuente el porqué del fin de su planeta y, quién sabe si, el cómo regresar a su pasado; siempre con la única esperanza de poder cambiarlo…