Toledo, 1487. El anciano corregidor de Toledo, don Gómez Manrique, recibe en su casa la visita de una tal María de Segura, antigua criada de su hermano Rodrigo, quien no sólo afirma haber conocido a su sobrino Jorge sino también haber compartido con él su último año de vida en el castillo de Montizón, en los confines de Castilla y Andalucía. Poco a poco, al hilo del relato de esos recuerdos van entremezclándose vivencias de un tiempo de cambios profundos que alumbran un tiempo nuevo para la humanidad.

La trilogía de novelas “La Rama Escondida” –«Montizón», «La gran encina» y «El cíclope»- se sitúa en los siglos XV y XVI, poniendo de relieve aspectos poco conocidos de esta época y de algunos de sus protagonistas. El autor comparte el criterio de Walter Benjamin, que consideraba como “salteadores de caminos” a las notas al pie de textos y confiesa que, a pesar de lo mucho que se ha tenido que documentar para armar estas novelas, ha sentido un inmenso placer en no tener que incluir en ellas las siempre tediosas referencias bibliográficas de las publicaciones científicas, aunque ello no merma su agradecimiento a cuantos estudiosos le han servido de guía. De este modo el lector viajará a través de un mundo en el que se mezclan indiscriminadamente personajes históricos e imaginarios con el mismo propósito que animaba a Mark Twain: presentar situaciones que podrían haber sido posibles.