Información de contraportada:
La asignatura de Creación de Imperios Galácticos no figura en ningún plan de estudios vigente en la Vía Láctea y galaxias vecinas. Ni siquiera existen cursos a distancia. Tampoco hay un colegio oficial que regule el ejercicio de la profesión, con el consiguiente intrusismo resultante. Lo cierto es que hay que ser de una pasta especial para dedicarse a algo tan duro, muy bien pagado eso sí, pero sin vacaciones ni seguridad social, y una ejecución sumaria como agradecimiento por los servicios prestados en vez de una pensión decente. Viriato, Liver y Clomch no aspiran a aprobar esa asignatura... ni siquiera se han matriculado. Hoy por hoy su única intención es sobrevivir a las lanzas chafandinesas, los ciclones espaciales, los merodeadores del fango, las mantis de Homines Voro... Todo eso mientras intentan salvar a la Tierra de la Amenaza de la Perdición Fucsia y responder a la pregunta más difícil de todas: ¿qué demonios es un gurripato?
«La perdición fucsia», la primera parte de El Imperio del Tecnopreboste, es una aventura intergaláctiva y delirante en tono de humor que ya ha sido comparada a «Sin noticias de Gurb» de Eduardo Mendoza, «La guía del autoestopista galáctico» de Douglas Adams, la saga del Mundodisco de Terry Pratchett y la obra de P.G. Wodehouse
Una novela que combina el género fantástico con el de ciencia ficción y la sátira más cómica.