Información de contraportada:
En la mesa de un editor aparece un manuscrito titulado DIARIOZOMBI, en el que alguien recoge su particular y caníbal odisea. Algún lector curioso podría descubrir la existencia de un matadero en las afueras de una ciudad cualquiera, tal vez el destino de cientos de personas desaparecidas, perdidas en tramos intestinales que componen una enmarañada y negra autopista zombi.
En «La sonrisa de los muertos», Daniel Pérez Navarro manipula y reinventa un denostado subgénero de terror zombi en esta relectura perturbadora, concebida también como un juego de espejos metaliterario.