Información de contraportada:
A mediados del siglo XXI, los criminales se someten al tratamiendo distrópico, un procedimiento que nubla su percepción de la realidad y permite a las autoridades controlar su comportamiento. El sistema, aparentemente infalible, ha acabado prácticamente con la reincidencia. Incapaz de distinguir si lo que ve es la realidad o una ficción programada, el criminal vive en un estado de paranoia y frustración crecientes y deja de ser una amenaza para la sociedad.
Pero, ¿es el sistema tan infalible como parece, realmente es imposible burlarlo? ¿O tiene tal vez algún hueco por el que alguien lo bastante habilidoso, o lo suficientemente empecinado, puede colarse?