Información de contraportada:
Una amenaza recorre Madrid. Esta vez el enemigo no procede del otro lado de las fronteras, ni de los bajos fondos, ni siquiera de esos subterráneos morales donde anidan peligrosamente ideologías como el socialismo o el anarquismo; esta vez la amenaza son las piedras. De la noche a la mañana, y sin que nadie sepa por qué, las estatuas de la capital han abandonado sus pedestales, sobresaltanto a pacíficos transeúntes o introduciéndose sin invitación en las casas de gente inocente. Los ministerios desmienten rumores que vuelan sobre las planas de los periodicos amarillos, y a menos que alguien intervenga con toda celeridad el asunto puede alcanzar dimensiones monumentales: las mismas de la Cibeles, de Neptuno, de las esculturas del Reitor y la Plaza de Oriente en cuanto se les ocurra sumarse a la estampida.
Se trata del moomento que durante años ha esperado Elias Arce, deslucido redactor de crucigramas de El Planeta: el que puede brindarle ese reportaje que le ayudará a alcanzar la cima más alta de su profesión. Pasará por el taller de un fabricante de autómatas o el estudio de un arquitecto que diseña edificios invertidos, y conocerá a la enigmática dama a la que llaman La Medusa, víctima de una negra maldición. Claro que, una vez más, no estará solo. Le acompañan Irene Fo, la mujer más bella y más loca del mundo, y su padre, el profesor Fo: su nombre es ya sinónimo de misterio, aventuras y ciencias puras.