Editada en 1887 en Barcelona, es una novela de ciencia ficción que se adelanta a H.G. Wells en la invención de la máquina del tiempo.

 

El anacronópete es una caja enorme de hierro fundido que navega gracias a la electricidad. Esta electricidad hace que se muevan cuatro grandes palas mecánicas que permite que la máquina se desplace. Además incluye la máquina genera el fluido García, que hace que los pasajeros no rejuvenezcan cuando viajan hacia atrás en el tiempo. La máquina incluye toda clase de comodidades en su interior y, entre otras maravillas, escobas que barren solas. La máquina sirve de excusa para una historia en tres actos en los que don Sindulfo García, científico de Zaragoza e inventor del ingenio, su amigo y ayudante Benjamín, la sobrina y pupila Clarita, la sirvienta, el capitán Luis, el amor de Clarita, unos cuantos húsares y algunas mujeres francesas de vida alegre se desplazan en el tiempo.

 

El anacronópete viaja primero a la batalla de Tetuán en 1860. En la segunda parte se dirige hacia Granada en 1492, Rávena en el 690, para acabar en Chicha, en el siglo III. En la tercera y última parte, hacen parada en Pompeya, en el año 79, cuando el Vesubio está a punto de destruir la ciudad. Pero su destino final será el siglo XXX a. C., en los tiempos de Noé. Allí descubren un secreto que acabará por transformar la vida de todos. La obra se inserta dentro del espíritu de la época, en la que las obras de Julio Verne tenían mucho éxito. Con seguridad está influenciada por Camille Flammarion y su historia Lumen.

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