Muerte en blanco
-Texto de contraportada-
El ser humano sabe que no está solo en el universo, su conciencia de sí mismo se tambalea y se conecta a la Red para vivir una vida que no es la suya, para disfrazarse como personajes ficticios de historias programadas.
La Humanidad vive a través de los implantes neuronales. La Red es un universo virtual al que se puede acceder con un parpadeo, de materia gris a código informático. Una de las mayores corporaciones ha puesto en marcha el proyecto “Mente en Blanco”, un implante sináptico experimental con un sistema médico incorporado que no solo aumenta la longevidad de su portador, además regula los impulsos nerviosos y la estimulación sensorial. Es un portal que trasciende a la realidad.
Néstor lleva una vida tranquila y feliz, hasta que todo comienza a derrumbarse, como un guión mal escrito, con detalles que cambian y trasforman su realidad. No sabe que está muerto y que su mente le lleva al colapso definitivo. Y el implante sigue recogiendo datos, mostrando al mundo su percepción en ese paso final que es la muerte.