Valoración en breve:
Una historia que arroja una nueva mirada pesimista acerca del ser humano, o más bien de las élites que manejan los hilos del poder aunque también sobre los antihéroes de nuestro tiempo, que son dos de las señas de identidad del autor que pueden rastrearse en otras obras suyas
Rubicón
-Argumento-
Dolmen es un asteroide que viaja por el espacio en rumbo de colisión con la Tierra, lo que provocará la extinción de cualquier forma de vida compleja. Detectado 48 años atrás, la humanidad tuvo tiempo de preparar una diáspora masiva al planeta Marte aunque durante ese tiempo todos los recursos debieron ser empleados en la consecución de ese fin. Se construyeron decenas de miles de naves espaciales capaces de transportar a la mayoría de la población hasta los refugios subterráneos del planeta rojo, como paso previo a una terraformación que se calcula podría durar cientos de años.
Mientras los primeros meteoros que anuncian la llegada del cataclismo final caen sobre la Tierra con la fuerza de varias bombas atómicas, el comandante Guillermo Nox aterriza su nave en la sabana africana para llevar a cabo una misión personal, un objetivo estúpido y romántico por el que está dispuesto a arriesgar su propia vida. Un ideal quijotesco para el que espera contar con la ayuda de los masáis, una tribu que lleva más de cien años sin establecer contacto con la civilización.
-Valoración-
En los últimos dos o tres años una pléyade de nuevos sellos, pequeños y especializados, han venido a suplir el vacío dejado por otros que se fueron: La Factoría de Ideas, Literatura Fantástica de RBA, AJEC, Equipo Sirius… Un evidente signo de recuperación del mercado pese a que el género fantástico y la ciencia ficción no son las temáticas más demandadas. Muchas de estas editoriales están apostando, por razones de coste y convicción, por autores españoles y, entre ellas, no pocas comienzan a publicar un formato otrora tan difícil como es la novela corta; es el caso, por ejemplo, de la colección Soyuz de Ediciones El Transbordador, muchos títulos de Apache Libros, o la presente Cerbero.
Este sello editorial nacido en febrero de 2017 comienza su andadura con tres números de la colección Wyser, consagrada a la ciencia-ficción en formato bolsilibro, que resucitan para bien de las cenizas del tiempo siguiendo la estela de Neonauta, Pulpture, Darkland, Dlorean e, incluso, el citado Equipo Sirius. Tres libros –Rubicón de Juan González Mesa, Yabarí de Lola Robles y Los príncipes de madera de Daniel Pérez Navarro– interesantes, de autores conocidos, con atractivas portadas de David Rendo y un precio irresistible. El objetivo de su editor, Israel Alonso, es publicar tres novelas cortas cada tres meses y, atención, porque las siguientes corresponden a tres autoras tan importantes como Cristina Jurado, Sofía Rhei y Nieves Delgado.
El gaditano Juan González Mesa ha publicado relatos en diversos medios de prestigio, siendo nominado en varias ocasiones a los premios Ignotus de la AEFCFT. Rubicón fue finalista del premio Alberto Magno en 2014, aunque debió merecer mayor suerte (un ex aequo a tres con Horror Vacui de Javier Castañeda de la Torre y “Voces remotas de Albión” Víctor Conde no hubiera estado mal). Una historia catastrofista que arroja una nueva mirada pesimista acerca del ser humano, o más bien de las élites que manejan los hilos del poder aunque también sobre los antihéroes de nuestro tiempo, que son dos de las señas de identidad del autor que pueden rastrearse también en su thriller distópico De acero y escamas o la bélica “Los rápidos azules” (SuperSónic #3).
Poco a poco, el autor desgrana detalles acerca de las tropelías cometidas para lograr el objetivo final de trasladar a millones de personas a Marte. Una población sometida por el poder de las armas para evitar el caos y donde cualquier conato de revuelta para solicitar mejoras en las condiciones socio-laborales se ve sofocada violentamente por soldados como Nox.
Además de la trama, uno de los puntos fuertes del relato es la descripción psicológica del protagonista: el comandante es un hombre atormentado por una vida de servicio al Alto Mando y que busca continuamente la compañía de la muerte como medio de expiar sus pecados; alguien perfectamente capaz de traspasar la línea de obediencia debida e iniciar su propio casus belli (el nombre de la nave, la Julio César, es un claro guiño histórico).
Aunque abundan las muestras de buen artesano, en particular durante los primeros pasajes y el sorprendente desenlace, no es una historia carente de puntos débiles: ¿por qué acondicionar toda una nave militar como prisión para objetores de conciencia cuando sería mucho más práctico una celda común en una de las atestadas naves civiles? ¿Cómo puede pasar esta desapercibida para el Alto Mando durante meses? ¿Cómo piensan alimentar al nutrido “pasaje” durante la travesía? ¿Alguien se ha parado a calcular el empuje necesario para lanzar al espacio tantas toneladas de masa desde el pozo gravitatorio de la Tierra empleando únicamente combustibles fósiles? Al margen de estas cuestiones, la descripción del paulatino deterioro social resulta demasiado manida, completamente prescindible el capítulo dedicado al soldado Antón Caudillo y, sobre todo, la teoría de la conspiración se antoja excesivamente complicada dado que habría formas mucho más sencillas y rápidas de obtener el mismo resultado. Detalles que, en cualquier caso, no desmerecen la buena impresión causada por este cuento.
Cerbero promete dos colecciones más de narrativa breve: Tíndalos de terror y Argos de fantasía. También promete tener disponibles nuevos formatos como el digital y el audiolibro –hasta ahora apenas explotado en el género a pesar de su pujanza en países como Estados Unidos–, para que cada historia “sea contada exactamente como el lector quiere leerla”. Loable intención, ojalá este sello haya venido para quedarse mucho tiempo.
