Hace miedo aquí
-Texto de contraportada-
En el universo de los Tristes se ha perdido la idea de jardín como creación y el concepto de delicia es controlado por los que mandan. Lo real no existe y sólo queda un “como si”. Por algo el protagonista busca claves en el tríptico El jardín de las delicias, pintado en otro universo lejanísimo y que se ha deslizado en manos de algunos pocos sospechosos. No entiende la infinitud del miedo y de la peste que lo ronda. Aquejado de fiebres y obsesiones, en los días de lluvia nota que se pierden las fronteras con otros mundos virtuales donde impera una estricta vigilancia: los que parecen poderosos son sirvientes y espías de otros más poderosos, y el lenguaje se disocia para siempre. Compartir este juego es la delicia pero también el miedo instalado a través de tiempos y universos. ¿Quién le habla al protagonista más allá del recuerdo? Abrir los postigos de este mundo es deslizarse peligrosamente en esta manipulación de cerebros orquestada quien sabe por quién y desde dónde.