Sombras de metal
-Texto de contraportada-
En aquel París de 1889 es donde comienza este relato steampunk, un bello cuento donde el espíritu de la exposición a punto de empezar y los autómatas se funden en una aventura extraordinaria.
París brillaría como una joya sobre el orbe como la ciudad del progreso y del futuro. Y el progreso era la máquina. La máquina, como icono de la época, era el logro de la mente humana y su herramienta para la dominación y sumisión del mundo al ser humano.