La isla de los muertos es la obra más conocida del pintor Arnold Böcklin y, sin duda, una de las más importantes del movimiento simbólico. Ha causado la fascinación de personajes como Dalí o Hitler. El pintor realizó cinco versiones, de las que cuatro cuelgan hoy de las paredes de los más importantes museos del mundo. La cuarta versión ardió en el bombardeo de Rotterdam, al inicio de la segunda guerra mundial, según las crónicas. O tal vez no. En esta ucronía se reconstruye su destino a través las voces que la acompañaron a lo largo de su historia, captadas por un innovador sistema experimental. O quizá no.

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