Sergio Peralta es un tenista retirado en horas bajas. Aunque todo el mundo considera que ha caído en el infierno de la ludopatía, él se ve más como un inversor que se gana el sueldo de manera más o menos lícita con las apuestas deportivas. Ciertamente, la vida le ha dado la espalda; por eso, cuando Chatham Bets le ofrece la posibilidad de viajar a Las Vegas para participar en un exclusivo sistema de apuestas, no duda en dejarlo todo y coger el primer vuelo.

 

De acuerdo, tal vez el negocio sea menos limpio de lo que pensaba, pero al menos puede divertirse siguiendo la vida privada de personas anónimas que están siendo monitorizadas sin su consentimiento, apostar y ganar algún buen dinero con sus desgracias. El problema surge cuando empieza a implicarse emocionalmente con uno de los modelos, una mujer joven que sufre el estigma de una desdichada vida familiar.

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El abulense David Nel (seudónimo bajo el que se oculta un joven ingeniero de proyectos tecnológicos, que ha residido en Valladolid, Madrid, Alemania y ahora Corea del Sur) es autor de las novelas de ciencia ficción Alba infinita (2015) y su continuación Luz azul (2020), además de la reciente Café con Zeus (2023), todas ellas autopublicadas, así como de varios relatos y la serie de artículos Guía de los viajes en el tiempo, que le valió ser finalista de los premios Ignotus en 2021. En su narrativa ha acuñado la denominación de ciencia ficción social, con la que pretende abarcar una serie de tramas que afectan de manera directa a nuestra sociedad, proyectadas a un futuro reconocible.

 

Netz es su tercera novela, posiblemente su obra más accesible para un público general. NETZ es parte de la matrícula de un vehículo registrado en la ciudad alemana de Neuss, un guiño a una población que el autor conoce bien y que juega un destacado papel en la trama.

 

La primera parte de la novela retrata al personaje principal, un ex deportista que no hace demasiado tiempo causaba sensación en el país, pero que cayó en desgracia tras perder a posta las semifinales de Roland Garros a cambio de una mordida de 3 millones de euros. Luego llegó su lesión y tuvo que retirarse de la práctica deportiva, su figura se diluyó rápidamente en el olvido y se convirtió en un hombre amargado, cínico y asocial. Ahora malvive en Madrid en un pequeño estudio de alquiler en la más completa soledad, tras haberle abandonado su novia de toda la vida. Sin embargo, sigue conservando su atractivo personal y su amigo Tomás le acompaña en todo momento para evitar que recaiga en el abismo del alcohol y en las apuestas demasiado arriesgadas. Ambos son una especie de socios y si siguen su método empírico a rajatabla pueden ganarse decentemente la vida sin dar un palo al agua.

 

En una deprimente casa de apuestas, Sergio conoce a una atractiva agente comercial de una empresa norteamericana que busca clientes para un nuevo y revolucionario producto. Tras un golpe de suerte, decide seguir su instinto y marcha a Las Vegas donde asiste a un espectáculo que consiste en apostar sobre las posibles decisiones vitales de una persona que desconoce estar siendo monitorizada por un software pirata; algo así como El show de Truman al que se le suma un lucrativo sistema ilegal de juego.

 

Los modelos Truman son monitorizados de forma continua las 24 horas del día, no solo a través de cámaras exteriores, accediendo a sus redes sociales y movimientos bancarios, sino también pirateando la señal de sus Iglasses, con lo que el apostador puede ver en tiempo real lo mismo que el sujeto; una tecnología clandestina de vigilancia electrónica que ya Edward Snowden denunció que estaba empleando la Agencia de Seguridad Nacional en todo el mundo, si bien reforzada y mejorada. Una tecnología, por supuesto, totalmente prohibida, por lo que Chatham Bets debía permanecer en el anonimato… aunque quien sabe si era la propia NSA quien andaba detrás de todo ello.

 

Sergio comienza a sospechar que los sucesos que contempla no son siempre fortuitos, sino que obedecen a una lógica maliciosa para hacer más atractivo el juego y mejorar con ello las ganancias empresariales: apuestas condicionadas, cuando no amañadas, cuyas consecuencias sufren personas inocentes. Chatham Bets manipula vidas ajenas por el bien del espectáculo y Sergio no está dispuesto a que la mujer de la que se ha enamorado sufra más.

 

Netz es una apreciable y muy entretenida novela que va un paso más allá de nuestra realidad al mezclar reality shows con el mundo de las apuestas, una fórmula de éxito que, aunque actualmente ilegal y reprobable éticamente, apunta hacia donde podría ir el mundo del espectáculo en su afán por maximizar audiencias y beneficios.

 

Su estilo sencillo y directo hace que la narración fluya y que la lectura resulte adictiva, a lo que hay que añadir varios giros inesperados y muy impactantes de la trama. El personaje principal es de esos que se odian al principio pero que, merced a su cinismo y presencia canalla, a su profunda humanidad que trata por todos los medios de ocultar, se va ganado un huequecito en nuestro corazón. Y así, tras diversas peripecias y un fino humor negro que ayuda a liberar tensión en los momentos más dramáticos, alcanzamos un desenlace redondo y un tanto agridulce, en el que todas las piezas encajan a la perfección.

 

La novela se ambienta en un futuro cercano donde son una realidad dispositivos como las Iglasses –gafas que permiten el acceso a todo tipo de servicios, tanto de información y entretenimiento como médicos–, el IPA (Asistente Personal Inteligente) para funciones domóticas, la aplicación de control de presencia ClearFate que permite ubicar personas en espacios físicos, impresoras de alimentos, robotaxis autónomos, sistemas de seguridad basados en control de retina y un largo etcétera.

 

En este futuro reconocible se han producido importantes cambios sociales: los edificios de oficinas perdieron su interés debido al auge del teletrabajo y las empresas propietarias los alquilaron a familias inmigrantes que se hacinan en espacios abiertos compartiendo cuartos de baño sin duchas y una pequeña cocina; médicos, abogados y otras profesiones liberales perdieron sus empleos al ser sustituidos por algoritmos que poseen una precisión mucho mayor… Ideas ciertamente interesantes, aunque apenas esbozadas y que lamentablemente no son aprovechadas en la trama.

 

Para finalizar, cabe añadir que la historia parte de unas modestas expectativas iniciales para adquirir, poco a poco, un cariz mucho más profundo y ambicioso, repleto de reflexiones maduras y de situaciones emotivas en las que se hace preciso tratar con gran tacto cuestiones como la pérdida, la depresión, el maltrato, el acoso escolar, el racismo, los prejuicios, la adicción al juego o el intento de suicidio, dando lugar sin duda a las mejores páginas del libro.