«Necesito que me maten». Este es el mensaje que Allegra ha enviado en una carta al Insomne de Valdebella, un misterioso asesino del que ha oído hablar en un pódcast. Lo ha hecho sin medir las consecuencias, solo por dolor. El de la pérdida de su madre, el del fantasma de sus ancestras, el de todas las chicas asesinadas. Solo para sacárselo del cuerpo

 

El Insomne responde a su llamada. Es entonces cuando Allegra se da cuenta de que tanto ella como su mejor amiga Cleo están en peligro, uno más terrible que la propia muerte. Porque el Insomne no es un psicópata ordinario, ni siquiera es humano.

 

Cuando Allegra desaparezca sin dejar rastro, Cleo no dudará en adentrarse en una pesadilla para rescatarla, pero es Allegra quien deberá luchar por su vida para salir de las garras del Insomne… antes de que sea demasiado tarde.

 

Una desgarradora metáfora de la depresión en la que la sororidad y la amistad brindan un rayo de luz al que aferrarse para sobrevivir.

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