Certamen Alberto Magno de fantasía científica 2003
Varios Autores
Servicio de Publicaciones de la Universidad del País Vasco

Antología. Inédita. 2004
460 páginas. Precio: 18

 

 

Desde 1989 la Facultad de Ciencias (ahora de Ciencia y Tecnología) de la Universidad del País Vasco convoca un certamen literario anual para relatos de extensión media de temática de ciencia ficción. Grandes nombres del género, como César Mallorquí, Gabriel Bermúdez Castillo, Juan Miguel Aguilera, Armando Boix, Eduardo Gallego y Guillem Sánchez, José Antonio Cotrina, Ramón Muñoz, Ángel Torres Quesada, Joaquín Revuelta... dejaron su impronta ganadora con narraciones de variada temática y estilo. Poco a poco, el Certamen Alberto Magno se ha convertido en uno de los referentes del circuito nacional de premios fantásticos, además de ser el más longevo con quince ediciones en su haber (1).

 

La antología incluye los relatos galardonados con el primer y segundo puesto de los certámenes correspondientes a los años 1999 a 2002, inclusive. Este tercer volumen conmemorativo mantiene la trayectoria de ediciones anteriores, presentando narraciones en general muy centradas en abordar diversos aspectos científicos, pero se permite incluir también otros textos más abiertos en los que el componente literario o, incluso, lúdico es predominante. Diez relatos heterogéneos que, a pesar de los naturales altibajos de calidad, mantienen un elevado interés, aún tratándose en algunos casos de absolutos desconocidos.

 

La edición posee algunos aspectos mejorables, como un acabado algo tosco para su precio comercial o alguna errata en la presentación (donde se califica a "Assimov" como pionero del género). La portada -que continúa sin acreditarse- juega como en libros anteriores con la imagen corporativa de la entidad, e ilustra una escena de uno de los relatos incluidos, en concreto: "El cementerio de androides".

 

Por último, la idea de aglutinar varias ediciones en un único volumen se consolida como gran acierto, pues aumenta la calidad intrínseca del libro y elimina la necesidad de acudir a relatos menos afortunados para llenar sus páginas. Sólo se echa en falta, quizá por comparación con el Premio de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC), la publicación del acta de cada edición, que deje constancia escrita del fallo del jurado.

 

(1) Premios veteranos como el UPC o Ignotus celebraron su primera edición en 1991, el Pablo Rido y Domingo Santos en 1992.

 

 

 Valoración: 6,5

 "Bajando" de Ramón Muñoz

(Primer premio del Certamen Alberto Magno de Fantasía Científica 1999. 11º edición)

El volumen se inicia de forma inmejorable con un excepcional retrato psicológico, un texto impresionante contra el que nada pudieron hacer el resto de historias a concurso para desbancarle del primer puesto.

 

"Bajando" es, junto con "Días de tormenta" y "Los cazadores de nubes", uno de los cuentos más realistas del autor (de hecho, puede considerarse perfectamente contemporáneo). Historia de obsesiones, narra el particular descenso a los infiernos de un fotógrafo especializado en filmar animales salvajes en libertad, empecinado en demostrar en su hábitat la inteligencia del Architeuthis (calamar gigante). Cuento simbólico dominado por la dicotomía entre superficie (tormentosa, como la existencia del fotógrafo) y fondo marino (en calma aparente, como sus pensamientos más profundos e inaccesibles); en él encontramos abundantes símbolos y referencias, como el cachalote asesino (trasunto de Moby Dick, encarnación de lo inesperado, la fatalidad, la imposibilidad de dominar a las fuerzas de la naturaleza), el cefalópodo (la siempre elusiva utopía), el mar (la futilidad y finitud del Hombre) o el batiscafo Fineo II (orgullo tecnológico humano, presa de la furia de los elementos).

 

El relato cuenta además con otros logros significativos, como la creación de una atmósfera asfixiante en un entorno inhabitual, que transmite de forma magistral la sensación de maravilla y ajenidad propia de las profundidades abisales. Un relato profundamente existencial, de impecable acabado literario, cuyo título encierra una sutil metáfora doble: argumental y anímica.

 

 Valoración: 8,5

 "La palabra de dios", de Guillermo Lavín

(Segundo premio del Certamen Alberto Magno de Fantasía Científica 1999. 11º edición)

Nicasio es un pobre hombre que vive solo en un pequeño apartamento de un vetusto bloque de viviendas sociales. De carácter huraño, dedica sus horas a ganarse la vida distribuyendo publicidad en internet y fisgonear a los demás. En uno de sus vagabundeos por la Red descubre un anuncio que pone a la venta una singular Grabadora de Voces Eternas y decide adquirirla. El día que descubre una palabra de poder capaz de insuflar vida a objetos inanimados su vida experimenta un completo giro.

 

Cuento fantástico de factura clásica: ya en el primer párrafo se establece el hecho insólito y el resto del texto gira en torno a su concreción y desarrollo. Un relato que habla sobre temores, deseos y desengaños, aderezado con una pizca de ternura y otra de ironía, salpicado por abundantes vocablos mexicanos. Centrado en un único personaje, adquiere su auténtico interés en la segunda parte, cuando deja atrás la monotonía costumbrista para adentrarse en territorios menos explorados.

 Valoración: 6,5

 "Mala racha", de José Antonio Cotrina

(Primer premio del Certamen Alberto Magno de Fantasía Científica 2000. 12º edición)

Nueva incursión en el universo de "Salir de fase" (Premio UPC 2000), un futuro donde los cerebros humanos son compilados en discos de información que se insertan en cuerpos desechables. Dorada James, un prospector de Io, descubre un disco en extrañas circunstancias, lo que le deparará un sinfín de peligros en un juego continuo de sorpresas y engaños que parecen apuntar a la mismísima Corporación Bodyline, principal fabricante de cuerpos.

 

En la primera parte de la novela el autor se limita a presentar al personaje dentro de un ambiente ciberpunk bastante clásico, mientras que el desarrollo y desenlace incurren en los pecados de previsibilidad y maniqueísmo, como si la falta de pulido fuera consecuencia de la escasez de tiempo debido a su presentación al certamen. En cualquier caso, una historia lejos del acabado formal al que estamos acostumbrados en el autor.

 Valoración: 6

 "El desastre de Enfer", de José Manuel González Rodríguez

(Segundo premio del Certamen Alberto Magno de Fantasía Científica 2000. 12º edición)

Enfer es un planeta poblado por una fauna excepcionalmente hostil. Un contingente militar acude a evacuar una maltrecha expedición científica, pero el rescate se convierte en una trágica carnicería.

 

Este divertido relato, originalmente guión cinematográfico (1), supone un auténtico reto, pues, a excepción de la presentación y algunas acotaciones biológicas, la narración es sustituida por el puro diálogo. A pesar de ello, la historia funciona a la perfección, imbuida, eso sí, de una cierta estética de videoclip: escenas visuales, movimiento de cámara continuo, ritmo frenético, etc.

 

El inédito José Manuel González hace gala de una envidiable imaginación al servicio de la descripción del inestable ecosistema, un bestiario tan fascinante como verosímil. La acción transcurre únicamente en el infernal planeta, sin apenas trascender detalles del interesante universo en el que se asienta; un excelente punto de partida sobre el que ambientar nuevos argumentos. Una historia francamente emocionante que bien merecía el ex aequo de esta edición.

 

(1) A lo Tropas del espacio, del director holandés Verhoeven, según confiesa el autor.

.Valoración: 6,5

 "El hombre de Woolsthorpe", de Carlos Rilova Jericó

(Primer premio del Certamen Alberto Magno de Fantasía Científica 2001. 13º edición)

Juan Rodríguez de Ayala es un físico que ha construido una máquina del tiempo, un tipo desagradable que el protagonista -historiador- tiene la desgracia de conocer. Perdido en el tiempo, fracasada su misión de conocer al insigne Isaac Newton (de ahí el título del relato), el tío de su prometida y padre del físico le implora una ayuda que no puede denegar; y en algún lugar del océano rumbo al nuevo mundo el rescatador escribe las memorias de su calvario, varado sin apenas posibilidad de retorno en una época tan peligrosa como la correspondiente a la denominada guerra del rey Guillermo, previa a la Guerra de Independencia Americana.

 

Historia muy clásica sobre viajes en el tiempo, que posee como excusa argumental un enredo familiar bastante endeble para sostener una trama que podía haber dado mucho más de sí. Porque, a pesar de las abundantes pinceladas de época (en los que el autor demuestra su conocimiento) y algunos detalles localistas de Bilbao, no cumple las expectativas creadas de que los protagonistas sean testigos de excepción de unos hechos históricos tan fascinantes.

 

Por otra parte, el estilo carece de la necesaria fluidez: las explicaciones se demoran en largos circunloquios, abusa de las acotaciones aclaratorias, de la digresión, obteniendo como resultado un relato extenso al que convendría una buena poda. A pesar de todo, de los inicios vacilantes pasa a la ironía mezclada con un sentido trágico de la vida, que se lee con cierto agrado. En cualquier caso, considerando tanto este relato de factura amateur como el siguiente (segundo puesto en la edición), posiblemente estemos ante la edición más floja en la larga trayectoria del certamen.

.Valoración: 5,5

 "El visitante" de Ángel Torres Quesada

(Segundo premio del Certamen Alberto Magno de Fantasía Científica 2001. 13º edición)

Nueva historia de viajes en el tiempo, de resultados igualmente discretos. Esta vez el viajero del tiempo visita a un crítico de ciencia ficción para que le ayude a presenciar el último concierto de Michael Jackson; a cambio, le ofrece conocimientos para hacerse famoso como escritor futurista. El quid del relato se encuentra en que el viajero altera el mecanismo que hace posible el viaje para así poder interactuar con el pasado -algo estrictamente prohibido-, lo que provoca la inevitable catástrofe. Maniqueo y autorreferencial, adolece de los habituales tópicos fandomitas.

.Valoración: 5,5

 "Las tribus de la noche", de José Manuel González Rodríguez

(Primer premio del Certamen Alberto Magno de Fantasía Científica 2002. 14º edición)

Después de medio siglo de aislamiento, un nuevo agujero de gusano permite las comunicaciones con un remoto planeta. La colonia científica que fue abandonada a su suerte degeneró en atrasadas tribus nómadas, y un hombre es elegido para mezclarse con los nativos y establecer el primer contacto (1). Como en el anterior relato del autor, abunda el exotismo en forma de un planeta terriblemente hostil para el sostenimiento de la vida, debido a un periodo de rotación que lo acerca a un sol devastador que obliga a las diferentes formas de vida a una migración constante hacia su lado nocturno.

 

A pesar de ser un fragmento de una novela inconclusa, posee un acabado mucho más sólido que el citado relato anterior: un atractivo escenario regido por estrictas reglas de supervivencia, una estructura social, costumbres y calendario fiel reflejo de la adaptación al entorno, una fascinante e infernal ecología que provoca escenas tan vívidas como la persecución del derivador -que tiene mucho de clarkiano-, etc. Por otra parte, la elección de un protagonista especialista en misiones de campo en vez de científico depara momentos más relajados y aventureros. Una narración intensa, adictiva, con personajes mejor caracterizados, donde se aprecian detalles de la expansión humana por el universo que pueden coincidir o no con el del relato anterior, pero son coherentes con él. Sentido de la maravilla y un ritmo desenfrenado que cautivan inmediatamente al lector, de la mano de un autor que es todo un descubrimiento.

 

(1) Imposible no rememorar el clásico Qué difícil es ser dios, de los hermanos Strugatsky

.Valoración: 7,5

 "Amanecer", de José Antonio Cotrina

(2º premio Certamen Alberto Magno de Fantasía Científica 2002 y Premio UPV/EHU. 14º edición)

Véase reseña en: http://literfan.cyberdark.net/2004/Artifex11.htm#Amanecer

.Valoración: 7

 "El cementerio de los androides", de Santiago García Albás

(2º premio Certamen Alberto Magno de Fantasía Científica 2002 y Premio UPV/EHU. 14º edición)

La superpoblación y agotamiento de los recursos naturales en la Tierra obliga a un éxodo masivo de la población, embarcada en gigantescas naves-arca capaces de albergar millones de personas. En su busca de nuevos espacios, una nave de la diáspora encuentra el planeta Calamidad, un erial radioactivo salpicado de ciudades destruidas. Durante la exploración de rigor, encuentran un robot que demuestra una sorprendente obstinación por encaminarse hacia una extraña edificación, a cuyo pie se hallan miles de robots aparentemente desconectados.

 

Relato de innegable sabor clásico, correcto pero sin brillo durante buena parte del mismo. La novedad se halla en la propia estructura del relato, con dos líneas de acción paralela, humana y calamitana, en diferentes tiempos pero que convergen hacia un mismo punto. La perspectiva humana adolece de una monótona voz de narrador omnisciente, sin apenas diálogo y con personajes estereotipados, careciendo además de grandes hechos destacables; por el contrario, la visión hermosamente trágica de los calamitanos deja un recuerdo indeleble en la memoria. Una raza de naturaleza pacífica, que vive para sus ensoñaciones pero que también posee -de forma poco creíble- una sociedad tecnológica avanzada.

 

Narración, pues, con altibajos, donde podemos encontrar detalles que chirrían (como el malfuncionamiento de un ascensor de la nave ¡durante 15 años! o la inexistencia de pasillos propios para VIPs, que se revelará fatal en una escena clave), junto con guiños cómplices hacia cierto compañero de fatigas (alias "Kotrinius", del que toma la idea de la compilación de conciencia en discos de identidad intercambiables) y alguna que otra errata astronómica, como hablar de exploración de las estrellas de una constelación (cuando éstas pueden estar, en realidad, separadas por millones de años luz) o usar el desfasado parsec (paralaje de un segundo de arco) como unidad de desplazamiento. Uno de los pocos relatos publicados, y único de ciencia ficción, del autor vitoriano.

.Valoración: 6

 "Memoria de especie", de Jonathan Rubines García

(Finalista del Certamen Alberto Magno de Fantasía Científica 2002. 14º edición)

Irene está embarazada. La nueva situación le provoca un cúmulo de sensaciones y sentimientos encontrados que no puede dominar, por lo que opta por refugiarse en sí misma, sin salir de casa ni ver a nadie, protagonizando sueños donde retrocede a tiempos de universidad, adolescencia, niñez... en los que revive el pasado con una extraña sensación de extrañeza.

 

Con una clara óptica estudiantil, el autor plantea preguntas tan fascinantes como ¿pueden soñar los bebés en el útero de sus madres? Y en caso afirmativo, dado que carecen de experiencia vital, ¿reproducirían estos posibles sueños escenas e imágenes vividas por ellas, a las que permanecen tan íntimamente unidos? ¿Puede confirmarse, por tanto, la existencia de una cierta memoria genética en estado larval para estos primeros estadios de la vida?

 

Historia que va de menos a más, de tono intimista y amable, que despierta el lado más positivo del ser humano. No obstante, precisa una exhaustiva revisión formal que elimine sus abundantes errores tipográficos, ortográficos, y de todo tipo, incluso falta de palabras.

.Valoración: 6

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