Buscador de sombras / La luna quieta
Título Original: Buscador de sombras / La luna quieta
Autor: Javier Negrete
Editorial: Booket
Colección: Ciencia ficción
Tipo de libro: Reedición de 2 novelas cortas
Fecha de publicación: Mayo 2005
Precio: 6,95 €
Páginas: 340
Formato: rústica bolsillo
ISBN:
Premios: UPC 2000 de novela corta para "Buscador de sombras" y finalista UPC 1991 para "La luna quieta"
Comentario:
Con «La Espada de Fuego» la por aquel entonces recientemente adquirida por el Grupo Planeta editorial Minotauro comenzó a apostar firmemente por los autores españoles. El notable éxito cosechado por la novela propició un rápido anuncio de continuación, que se ha hecho esperar más de lo deseado debido a su gran extensión. Coincidiendo con la salida al mercado de «El espíritu del mago», era esperable la edición en bolsillo de la primera, a imagen y semejanza de mercados como el anglosajón habituados a mantener dos tipos de lectores de género: el degustador de novedades en tapa dura y el comprador, un año más tarde, de reediciones en bolsillo.
Sin embargo, en una jugada tan sorprendente como ejemplar, Planeta no sólo continúa la distribución en cartoné de «La Espada de Fuego» -que a buen seguro sigue reportando pingües beneficios- sino que además publica en rústica, dentro del sello «Booket», un volumen con el que acercar el autor a la mayor cantidad de lectores. Y para ello no ha elegido un título cualquiera, sino la recuperación de dos estimables novelas cortas que habían quedado descatalogadas.
Negrete demuestra en este volumen doble que es un escritor de gran oficio, capaz de abarcar una amplia variedad de registros dentro del fantástico. Las dos historias que componen este volumen tienen en común haber sido presentadas al Premio de Novela Corta de Ciencia Ficción de la Universitat Politécnica de Catalunya, en el que cosecharon desigual éxito. La suma de ambas constituye una estupenda tarjeta de presentación para aquellos que aún no hubieran disfrutado de su narrativa o quienes deseen profundizar en la capacidad especulativa de un autor a quien sólo conocían por su faceta de escritor de fantasía.
Incluye:
Valoración: 7
“Buscador de sombras” ganó el Premio UPC 2000, ex aequo con “Salir de fase” de José Antonio Cotrina, un relato ciberpunk de compacta factura.
El mundo padece una enigmática enfermedad de origen desconocido, la narcolepsia de Pisani. Todo aquel que se arriesga a dormir sin un inhibidor del sueño, o anóneiros, puede contraer la mortal enfermedad, pues una vez que el sujeto alcanza el sueño REM no le es posible abandonarlo y muere tras horribles pesadillas soportadas durante meses, con el cuerpo extrañamente descompuesto.
La policía de una tranquila ciudad norteamericana investiga un crimen particularmente sangriento: un científico español ha asesinado a su mujer alegando que un demonio le había suplantado. Lo que en principio parece un caso claro de enajenación por narcolepsia, dado que en el momento de la detención no portaba el anóneiros, se complica cuando un compatriota psiquiatra le visita en el corredor de la muerte y relaciona su desequilibrio con un experimento sobre la búsqueda de la materia oscura del universo en el que el científico estaba secretamente involucrado.
La existencia de universos que coexisten con el plano real no es una idea precisamente nueva en el imaginario literario. Desde el Hades de la antigüedad habitado por los muertos a las modernas teorías de la física cuántica sobre universos alternos, muchas historias han teorizado sobre la posibilidad de su existencia con diversos grados de verosimilitud. En casos como el presente, como origen además de mitos y seres fantásticos (musas, hadas, djinns) con los que únicamente podemos establecer contacto a través de los sueños y otros estados alterados de la conciencia. Entre algunos de los ejemplos publicados recientemente podemos destacar relatos como el inquietante “Eclipse parcial” de Graham Joyce (Solaris 22) o novelas como la excelente «La dama número trece» de José Carlos Somoza o la más evidente (por la coincidencia en la descripción del País de las Sombras con el inframundo) «Malignos», de Richard Calder.
Sorprendentemente, la novela corta se inicia con el estilo ligero e irónico de la comedia de costumbres (que le sirve al autor para criticar ciertos aspectos de la cultura norteamericana, como su tendencia a la prepotencia o algunos estereotipos sociales), para derivar conforme avanza la investigación en un policial a mitad de camino de la ciencia ficción dura y la historia de amor (1). Negrete supedita su estilo al servicio de la narración, empleando el diálogo y el cambio de entorno para mantener el ritmo adecuado que precisa el desarrollo del enigma. El final, no por predecible es menos inevitable y coherente con el resto de la historia.
En el debe de esta recomendable novela podemos situar la escasa profundización psicológica del atormentado personaje principal, que bien hubiera podido hacer derivar la narración hacia una historia más propia del terror que de la ciencia ficción. Negrete no arriesga más allá de la osadía de algunos planteamientos argumentales y la historia se reduce, pese a su trasfondo científico, a una historia de locura por amor tantas veces relatada.
(1) Un reiterado rasgo argumental del autor es su querencia por historias de amor extremas e imposibles; ahí tenemos los casos de «La mirada de las furias», «Amada de los dioses» ó el paradigmático «Nox perpetua»..
Valoración: 7
Un grupo variopinto de personajes convive en una residencia aquejados de un difuso mal. Su vida transcurre con la placidez propia del lugar hasta la llegada de un joven y maleducado paciente. A partir de entonces, una serie de sucesos aparentemente inexplicables y de tintes podríamos decir que policíacos (en algunos aspectos recuerdan al clásico de Agatha Christie “Diez negritos”) les obliga a replantearse los motivos de su estancia y las reglas internas que rigen el peculiar establecimiento.
Tiene mucho de teatral esta visión de un microcosmos cerrado en sí mismo, progresivamente claustrofóbico, en el que las normas sociales intentan enmascarar los anhelos y miserias que habitan en lo más profundo del ser humano. Cada paciente no deja de ser un perfecto desconocido para el resto y la mención a su enfermedad un tabú que no debe ser desvelado en aras de la convivencia armónica. El relato bien podría haberse quedado ahí, puesto que funciona perfectamente a nivel alegórico, pero la inquietud del por aquel entonces joven narrador (recordemos que se trataba de su primera obra publicada) le empuja a buscar una especie de “más difícil todavía” en el que se dan cita aspectos metafísicos de mucho mayor calado, referencias neoclásicas (que luego convertiría en sello distintivo) e, incluso, una génesis alternativa del universo. Elementos demasiado dispares y ambiciosos para, a mi juicio, encajar coherentemente dentro de la misma novela.
Pese a algunos detalles de estilo mejorables (como el excesivo número de acotaciones entre guiones, molesto a la postre) se trata de una narración sorprendente por su insólita ambición temática. Una apuesta sumamente arriesgada e inusual dentro de la ciencia ficción española, que por méritos propios mereció obtener el primer premio de la Universitat Politécnica de Catalunya.
Valoración: 7,5