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Libros publicados en 2005

Forastero en cuerpo extraño

Forastero en cuerpo extraño

Comentario:

 

La ciencia ficción humorística no es una temática que se haya prodigado en exceso a lo largo de la historia de la ciencia ficción, aunque cuente en su haber con algunos notables clásicos. Quizá el motivo principal estribe en su dificultad intrínseca, en unir la idiosincrasia propia de un género habitualmente dado a la seriedad y la trascendencia con el siempre elusivo humor, a la hora de realizar un producto inteligente que no caiga en las trampas de la estupidez o la chabacanería. Del ingenioso humor de escritores americanos como Pohl, Sheckley ó Lafferty en los 60’, se dio paso al humor absurdo de novelistas ingleses como Douglas Adams (1) o series míticas de televisión como Enano Rojo, que en España noveliza con éxito el Grupo Editorial AJEC. Sin olvidarnos de la perspicaz mirada irónica de autores no anglosajones como Lem.

 

En nuestro país, sus máximos exponentes actuales probablemente sean el tándem formado por Eduardo Gallego y Guillem Sánchez, autores prácticamente encorsetados en el subgénero. Aunque no faltan otros finos cultivadores, como Ángel Torres Quesada (cuando quiere), el genial Félix J. Palma, Alejandro Carneiro o escritores quizá más escorados hacia el absurdo, como Enrique Lázaro en sus cuentos de la Tierra Vaga. Y, por supuesto, afortunados francotiradores como Eduardo Mendoza, entre otros.

 

Fermín Moreno, responsable del quizá mejor fanzine en papel que se edita hoy día, «Sable», escribe una novela muy especial. Para empezar, su estilo barroco, anárquico y vehemente no deja un momento de respiro al lector, que asiste estupefacto a un auténtico despliegue de ingenio cuya única finalidad es forzar al límite la comicidad, retorciendo situaciones absurdas, jugando con la estructura y significado de las palabras, imaginando en definitiva un universo desbaratado en el que la irracionalidad se erige en norma de obligado cumplimiento. En el libro se aprecian abundantes influencias de género (sin ir más lejos, en el juego de palabras del título), pero también de la cultura pop, para ahondar en la mofa del estamento militar, político y religioso.

 

No es fácil condensar en una sinopsis coherente esta suma ininterrumpida de gags. Digamos al menos que los padres de Viriato Borondón hijo, nativo del belicista mundo de Pilonga III, envían a su díscolo retoño a la Universidad Gomosa de Gonadín, un pequeño asentamiento humano en un planeta infecto. Pero el aludido sustituye el desplazamiento físico por un viaje astral, pasando a ocupar el cuerpo alquilado de un mercenario humano. Junto a sus compañeros de habitación, el obtuso Liver y una babosa viscosa de nombre Clomch, se verán inmersos en un caótico enredo que tiene por objeto el Nulificador, el arma más mortífera jamás creada.

 

Ciertamente, en casos como éste el argumento no suele pasar de la mera anécdota, pero al menos era esperable algo más que la mera concatenación de escenas absurdas. Moreno escribe con soltura, maneja bien el escenario y lo puebla de una plétora de secundarios. Pero su humor no procede de situaciones hilarantes ingeniosamente urdidas, sino del continuo uso de un vocabulario rebuscado y chocante; pero la fórmula, llevada hasta el agotamiento y pese a algunos momentos absolutamente tronchantes, termina por cansar. Una verdadera lástima, puesto que el autor demuestra dominar el medio no sólo para deparar una sana sino también inteligente diversión.

 

(1) Cuya novela «Guía del autoestopista Galáctico» ha sido llevada recientemente a la gran pantalla, con los resultados esperables. Obra que, por cierto, comparte con esta novela similitudes más allá del humor, como las referencias a una teórica Enciclopedia Galáctica.

 

Valoración: 5,5

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