Relato escrito en el siglo XIX, en pleno fervor de las teorías de Mesmer sobre el magnetismo y el hipnotismo, en el que el lector asiste a la desintegración física y mental de un hombre acosado por una presencia fantasmagórica, o tal vez no sea más que una alucinación producto de su incipiente locura. Una prosa reposada y preciosista, en la que el autor pone además de manifiesto su propia situación personal.
El Horla
«El Corazón Delator» es una nueva colección del sello PuertoNORTE-SUR que nace con la voluntad de recuperar, para un público mayoritariamente juvenil, relatos clásicos de terror y literatura fantástica ilustrados por artistas de vanguardia. El nombre es un guiño al conocido relato del maestro del suspense Edgar Allan Poe y cada título pretende recoger “la maestría del arte literario y la belleza y textura de las imágenes creadas expresamente para su edición”, todo ello en una cuidada edición.
Tras la publicación de «La llave de plata» de H.P. Lovecraft (ilustrado por Inti Ansa) y «Carmilla» de J.T. Sheridan Le Fanu (ilustrado por María Campiglia), llega el turno a «El Horla», la obra más sobresaliente del francés Guy de Maupassant. Relato escrito en el siglo XIX, en pleno fervor de las teorías de Mesmer sobre el magnetismo y el hipnotismo, el lector asiste a la desintegración física y mental de un hombre acosado por una presencia fantasmagórica, o tal vez ella no sea más que una alucinación producto de su incipiente locura. “El Horla” se acompaña del relato “Sobre el agua”, otra muestra del talento de Maupassant para crear escenarios terroríficos. Alba Pérez ilustra exquisitamente la obra con acrílicos, que se completa con una biografía de escritor y artista.
Incluye:
Un ocioso burgués ve alterada la serenidad de su retiro junto al Sena por una presencia invisible, un ser diabólico –real o imaginario- que intenta adueñarse de su voluntad y conducirle a la locura. Tras diversos episodios oníricos, duda de su razón y sentidos, por lo que toma una drástica determinación para librarse de la maligna presencia.
Relato escrito en forma de diario, que refleja a la perfección el carácter y pensamiento de la época en que fue publicado: la indolencia de la burguesía, la fragilidad e insignificancia del Hombre en un universo poblado de misterios sobrenaturales, su limitación para aprehender el mundo. Utilizando una prosa reposada y preciosista, el autor pone además de manifiesto su propia situación personal -Maupassant padeció graves trastornos nerviosos y murió en una clínica parisina, un año después de perpetrar una tentativa de suicidio-. En el texto pueden rastrearse algunos arquetipos góticos: una catedral perdida, leyendas grotescas, el gusto por el melodrama… aunque claramente se observa el abandono de las convenciones románticas para adentrarse en el terreno del terror moderno, más centrado en la psique de los personajes y no tanto en el escenario. Pese a todo, el fatal desenlace restaura el orden natural trastocado por la irrupción del elemento fantástico.
Valoración: Muy Interesante
Un hombre acomodado alquila una casa de campo a orillas del Sena donde, en uno de sus paseos, conoce a un viejo barquero. Éste le relata un episodio singular de su vida, la tarde en que, mientras navegaba por el río, fue asaltado por una visión extraordinaria ante la cual quedó extasiado.
Una situación muy similar a la precedente, acontecida en el mismo entorno idílico, un personaje que podría incluso ser el mismo burgués solitario del relato anterior, y la irrupción de un hecho extraordinario, o acaso alucinación o delirio provocado por la ingesta de alcohol. Aquí el río, la mar y sus misterios equivalen a las incognoscibles fuerzas de la naturaleza que zarandean la frágil estructura del Hombre. De nuevo, pueden rastrearse arquetipos de herencia gótica y el triunfo final de la normalidad.
Valoración: Interesante