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Libros publicados en 1999

Artifex Segunda Época, volumen 1

Artifex Segunda Época, volumen 1

Comentario:

 

Sin ánimo de exagerar, posiblemente la novedad más importante del presente año a nivel de literatura fantástica nacional sea la conversión de la homónima revista en proyecto editorial. Según sus editores (Luis G. Prado, responsable de la anterior etapa, y Julián Díez, director de la revista «Gigamesh»), no se trata en realidad de una nueva colección de libros editada con calidad pero de forma amateur sino de una auténtica revista semestral, utilizando para ello las ventajas del formato libro (sin ir más lejos, la prosaica pero apreciable reducción de costes en la tarifa de correos). Y es precisamente ese revolucionario enfoque la clave de su éxito: una renovación en el concepto de revista, sin olvidar el exquisito cuidado aplicado a los textos seleccionados.

 

Físicamente, se trata de un libro modesto en cuanto a formato y dimensiones (12x16.5 cm, similar al «Fabricantes de Sueños» de la AEFCF) pero que posee un cierto encanto "retro", que imita a los cuadernos de poesía y que resulta muy manejable. La maquetación y tipografía se revelan muy agradables durante el proceso de lectura.

 

En cuanto al contenido, el dato que más me ha sorprendido ha sido la alta calidad media de los textos: a pesar de convivir diferentes estilos, temáticas y enfoques, me resulta francamente difícil destacar unos cuentos por encima de otros (aunque, si tuviera que hacerlo, me decantaría por el primero y último). Sin embargo, la mayoría -sino todas las historias incluidas- comparten un sustrato común: el gusto por el fantástico. No se trata por tanto de una antología de ciencia ficción y/o fantasía al uso, sino que el libro constituye una auténtica apología de la moderna literatura fantástica, con relatos en muchos casos salidos de la pluma de autores forjados a la sombra de premios literarios como el «Pablo Rido» ó el «Domingo Santos».

 

Los editores nos acercan a los escritores gracias a unas presentaciones que anteceden cada cuento y que reseñan su trayectoria literaria, demostrando el perfecto conocimiento que de ella poseen y que, en algún caso, contribuyeron a crear. Este sistema de presentaciones breves de autor es un claro acierto, aunque la escueta introducción de las primeras páginas del libro (a la colección, más que al presente volumen) no hace justicia al objetivo emprendido.

 

Una antología de muchos quilates y pocos claroscuros, que obliga a esperar con expectación la segunda entrega.

 

Incluye:

"Una esfera perfecta", de Eduardo Vaquerizo

"Los herederos", de Daniel Mares

"Encuentro en el fondo de un estanque", de Félix J. Palma

"En territorio ajeno", de Rodolfo Martínez

"Soy el que seré", de Alfredo Benítez

"Palabras de silencio", de Alejandro Vidal

"Ragnarok en las playas de Ítaca", de Rafael Marín

"La trama", de Elia Barceló

"La espera", de Carlos Pavón

"En las fraguas marcianas", de León Arsenal

 

Valoración: Notable

(Reseña publicada en la revista «Bem 71»)

"Una esfera perfecta", de Eduardo Vaquerizo

 

Eduardo Vaquerizo inicia la primera de la decena de narraciones. Un relato muy sólido y elaborado que nos remite a un mundo en regresión, tan bien recreado que podría corresponder a la antigua Mesopotamia, el Egipto faraónico o la antigua China sino fuera por la descripción de unas costumbres funerarias inéditas en nuestro planeta. Eduardo escribe un alegato contra el poder, nacido de la rabia que conduce a la rebelión, pero también sobre la imposibilidad de cambiar las cosas, de la frustración que conlleva. Sólo restaría del texto el empleo de unos neologismos no siempre bien rematados.

 

Valoración: Excelente

"Los herederos", de Daniel Mares

 

Daniel Mares le sigue en perfecta conjunción con un cuento algo experimental en sus inicios que poco a poco va tomando la forma de un nuevo y extraño mundo poblado por varias razas de seres humanos, descendientes de una nave arca seminal y adaptados quirúrgicamente en virtud a unas desconocidas razones. Algunas partes de los diálogos merecerían una ligera revisión.

 

Valoración: Interesante

"Encuentro en el fondo de un estanque", de Félix J. Palma

 

Félix J. Palma es el autor talismán de la anterior etapa de «Artifex» y no podía faltar en este renacimiento. Su cuento constituye una suave fantasía, muy al estilo del autor, en la que el atormentado protagonista pretende ocupar el lugar de su llorado hermano, muerto ahogado en un estanque durante su juventud.

 

Valoración: Interesante

"En territorio ajeno", de Rodolfo Martínez

 

Por contra, Rodolfo Martínez nos ofrece una curiosa y meritoria mirada licántropa, ambientada en la Semana Negra de Gijón. Partiendo de un anodino inicio, Rudy consigue levantar el tono de la narración gracias a sus amplias dotes como escritor.

 

Valoración: Interesante

"Soy el que seré", de Alfredo Benítez

 

Alfredo Benítez, tristemente desaparecido, aporta uno de los relatos más experimentales de la antología. Homenaje borgiano, esta breve pieza de fresca imaginería resulta ser un sueño autorecursivo, que toma conciencia propia y se adueña del destino de algunos grandes nombres de la humanidad pero que, en definitiva, es incomprendido dadas las limitaciones humanas.

 

Valoración: Interesante

"Palabras de silencio", de Alejandro Vidal

 

Alejandro Vidal es el autor inédito que toda antología debe aspirar a descubrir. Su relato evoca una fantasía mitológica en la que los seres feéricos no son hadas, duendes o gnomos, sino poéticos árboles-hombre, descendientes de una triste y bella historia. Las naomitas, como así se hacen llamar, poseen el poder de revelar el destino de los hombres y son capaces de hablarles a través del susurro del viento. El protagonista, considerado hereje en su tierra, recibe su angustiosa llamada y tras creerlas en peligro decide emprender una peregrinación en su ayuda aún a sabiendas de que deberá exponer su vida. El cuento atesora uno de los mejores finales de la antología y algunos pasajes recuerdan de forma explícita a «El Señor de los Anillos».

 

Valoración: Notable

"Ragnarok en las playas de Ítaca", de Rafael Marín

 

Rafael Marín aporta un juego: una recreación de carácter mitológico y trasladada a nuestros días del héroe griego por excelencia. No es posible contar más sin desvelar el secreto de esta sólida narración, algo lastrada en los diálogos y la utilización algo burda de nombres para lograr la ocultación de personajes.

 

Valoración: Interesante

"La trama", de Elia Barceló

 

Elia Barceló incluye un relato ya publicado en un «Papel Mojado» (boletín de la HispaCon, Convención Española de Fantasía y Ciencia Ficción), concretamente el correspondiente a la Convención de Burjassot. Sin embargo, el grado de implicación de la autora para con su trabajo, la valentía en su experimentación y el resultado cosechado bien merece este honorable rescate. Unos seres extraños, grises, de desconocidas intenciones, conviven con nosotros sin percatarnos; a veces se contentan con seguirnos, de forma cautelosa... otras nos reclaman algo muy personal y valioso.

 

Valoración: Notable

"La espera", de Carlos Pavón

 

Carlos Pavón es el más tecnófilo del grupo. Este es su segundo cuento publicado, una nueva contribución a ese campo de experimentación llamado metafísica. Sin embargo, este cuento aporta más elementos cyberpunk y más inquietudes humanas que el mero interrogarse sobre el fin último del universo; constituye pues una mixtura cuyo objetivo es explorar los límites de lo que podríamos llamar concepto de persona y amor más allá de la carne. Literariamente es uno de los más pobres, aunque lo suple con su aporte en ideas.

 

Valoración: Interesante

"En las fraguas marcianas", de León Arsenal

 

León Arsenal incluye el último y, en mi opinión, más acabado y mejor cuento de los incluidos en la antología. Su visión del mundo marciano le debe tanto a «Crónicas Marcianas» de Bradbury como al aventurero Carter de Burroughs, en un alarde de evocación poética e imposible. Un Marte mitológico poblado por auténticos marcianos, antiguos descendientes de terrestres que han perdido casi toda noción de sus orígenes o que les importa bien poco, pero también por más terrestres, bandas mafiosas y buscadores de ignotos tesoros. Un Marte donde todavía persisten milenarias tradiciones, cultos que como el budismo no son religión sino norma de vida, donde bestias reptiloides salidas de rancios Space Opera recorren las arenas del desierto y un guía local acompaña al neófito lector. La ambientación, el poder evocador de los paisajes y la magia del cuento son magistrales y Arsenal debería decidirse a tejer algunos hilos más para conformar ese tapiz llamado novela.

 

Valoración: Excelente

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