Un trepidante thriller fantástico-sobrenatural cuya poderosa ambientación oscura recuerda al largometraje «Seven» de David Fincher, con Brad Pitt y Morgan Freeman en sus papeles estelares. La historia comienza en julio de 1974, cuando un vagabundo con una pronunciada cojera se acerca a una niña que se divierte jugando en solitario con unos objetos producto de su imaginación. Él es Harper Curtis, criminal sin escrúpulos acostumbrado al empleo gratuito de la violencia; ella Kirby Mazrachi, una futura “chica luminosa”.
El libro alterna capítulos dedicados a Harper, Kirby y resto de víctimas, una estructura ternaria en la que Beukes realiza un auténtico estudio psicológico de cada personaje y de cada “chica luminosa” en el contexto de su época, lo que a la postre constituye un viaje fascinante a través de la historia de los Estados Unidos
Las luminosas
«Las luminosas» es la primera novela de temática fantástica que publica R.B.A. tras la reabsorción de su colección especializada. A ella le siguieron la magnífica recopilación «Cuentos completos» de J.G. Ballard y «La furia del cursor», tercera parte de la serie Codex Alera de Jim Butcher, e igualmente esperamos vean pronto la luz el resto de novedades anunciadas –así como otras muchas sorpresas-, entre las que podemos citar «La alianza del capitán Vorpatril» de Lois McMaster Bujold, «Zoo City» de la presente Lauren Beukes y la Trilogía de Obsidiana y Sangre de la gran escritora franco-vietnamita Aliette de Bodard. El libro se edita, pues, sin la rotulación correspondiente a Literatura Fantástica pero con la habitual portada de Colucci, una gran traducción literaria de Pilar Ramírez y la muy alta calidad de edición a que nos tiene acostumbrados este sello.
Lauren Beukes es una escritora sudafricana de género fantástico, principalmente de ciencia ficción, que nos honró con su presencia durante el pasado festival Celsius 232 de Avilés. Tiene publicados multitud de cuentos en diversas antologías, así como las novelas «Moxyland» (2008) y «Zoo City» (2010, premios Arthur C. Clarke y Kitchies Red Tentacle, finalista del British Science Fiction, World Fantasy, Grand Prix de l'Imaginaire y un sinfín de galardones más). «The Shinning Girls» (2013) es su tercera obra de ficción, una novela que, por vez primera, no transcurre en su país natal sino en Estados Unidos, y que ha gozado de excelentes críticas tanto en España como en la multitud de países donde ha sido publicada y cuyos derechos de adaptación al cine han sido adquiridos por la productora de Leonardo DiCaprio.
«Las luminosas», como así reza el título de la versión española, es un trepidante thriller fantástico-sobrenatural cuya poderosa ambientación oscura recuerda al largometraje «Seven» de David Fincher, con Brad Pitt y Morgan Freeman en sus papeles estelares.
La historia comienza en julio de 1974, cuando un vagabundo con una pronunciada cojera se acerca a una niña que se divierte jugando en solitario con unos objetos producto de su imaginación. Él es Harper Curtis, criminal sin escrúpulos acostumbrado al empleo gratuito de la violencia; ella Kirby Mazrachi, una futura “chica luminosa”.
Harper es un asesino que, huyendo de unos matones que intentaban ajusticiarle, tiene la inmensa suerte de encontrar la Casa. O tal vez “suerte” no sea la palabra más adecuada, habida cuenta de que arrebata la llave a una mujer ciega que le estaba esperando, y que en el interior de la Casa encuentra todo aquello que necesita en esos agitados momentos: un refugio seguro donde descansar y recuperarse de sus heridas, abundante comida en el frigorífico, un maletín repleto de dinero… también un cadáver, aunque eso le importa bien poco. Pero lo más extraño de todo es que en la habitación principal hay una pared donde penden un puñado de objetos que parecen titilar en medio de una especie de bruma, conectados mediante líneas pintadas con tiza o tinta al nombre de varias mujeres desconocidas. Nueve palabras que reconoce escritas con su propia letra retorcida e irregular (1), nueve rostros a los que contempla morir en un instante de desgarradora claridad.
Harper comprende entonces la verdadera naturaleza de la Casa, una puerta que conduce a diferentes épocas dentro de un periodo limitado de tiempo, y se entrega con entusiasmo a la tarea de buscar y seguir la pista a sus “chicas luminosas”; mujeres de diferente raza, edad y extracción social que habitan en los alrededores de Chicago. Gusta visitarlas en su niñez y obsequiarlas con un objeto, un “talismán” que las marcará y que luego recuperará de sus cadáveres adultos, depositando a cambio otro perteneciente a otra chica a modo de macabro juego de pistas a través del tiempo. Amparado por el secreto de la Casa, se siente el asesino perfecto, pero es consciente de que debe evitar riesgos, testigos molestos y seguir unas determinadas reglas.
Kirby es una de sus víctimas. Creció en el seno de una familia monoparental con graves carencias de cariño y arraigo. En 1989 fue atacada, y aunque nadie esperaba que se recuperase, milagrosamente sobrevivió no sin padecer graves secuelas psicológicas y ostentar una basta cicatriz en el cuello a modo de constante recuerdo. Su obsesión es encontrar al brutal asesino que la atacó, y como no dispone del dinero suficiente para contratar a un detective privado empieza una investigación por su cuenta en el periódico donde trabaja de becaria, bajo la supervisión del veterano periodista que se encargó de su caso. ¿Logrará Kirby encontrar a Harper en su errático deambular a través del tiempo?
«Las luminosas» es una cruda novela de suspense sobre asesinos en serie aderezada con elementos sobrenaturales, cuyo interés radica no en descubrir la identidad del asesino (conocido prácticamente desde la primera página) sino en desvelar el misterio que envuelve a la Casa y los motivos que empujan a Harper a cometer sus atroces crímenes a través del tiempo.
La novela se ambienta en la ciudad de Chicago y retrata el submundo degradado de los suburbios, de las clases obreras, los policías, periodistas y delincuentes. El libro alterna capítulos dedicados a Harper, Kirby y resto de víctimas, una estructura ternaria en la que Beukes realiza un auténtico estudio psicológico de cada personaje y de cada “chica luminosa” en el contexto de su época, lo que a la postre constituye un viaje fascinante a través de la historia de los Estados Unidos: la caza de brujas de McCarthy de los años 50’, el Acta de Prohibición o Ley Seca de 1931, la Gran Depresión del 29 o la II Guerra Mundial son vistos a través de los ojos de una arquitecta y dibujante de cómics, una colaboradora de una clínica abortista, una mujer negra madre de tres hijos, una bailarina de vodevil, una pintora yonqui, una trabajadora social o una maestra joven. En estos capítulos, la escritora sudafricana utiliza enfoques muy diferentes con el fin de evitar replicar, una y otra vez, la visión introspectiva de las víctimas o del propio Harper, ofreciendo información a través de artículos periodísticos, notas de familiares y testigos, o entrevistas concedidas a presos condenados.
El curso de los acontecimientos se antoja engañosamente caótico, con saltos hacia delante y atrás en el tiempo, con un continuo cambio de personajes. Pero ello obedece a un plan maestro meticulosamente calculado, en donde poco a poco todas las piezas aparentemente desubicadas van encajando dentro de la trama global, componiendo un puzle fantásticamente endemoniado. La autora despliega además toda una batería de recursos para mantener activa la atención del lector, generalmente inconscientes y que facilitan el proceso de lectura y asimilación de los hechos a un ritmo adecuado y de una manera realmente atractiva, empleando para ello un lenguaje extraordinariamente sórdido, directo, y con diálogos protagonizados por Kirby presididos por un humor muy negro. Pero no conviene nunca olvidar el protagonismo de la Casa, el tercer vértice de un triángulo maldito del que también forman parte Harper y la citada Kirby.
El estilo de Beukes es electrizante, hipnótico, sumamente adictivo. La sudafricana demuestra cualidades de gran escritora, una narradora preocupada por el fondo y la forma, que no descuida su propia voz: poderosa, explícita, sutil –por ejemplo, en detalles magistrales como la atracción que siente el veterano reportero por Kirby-, que se maneja a la perfección en el desarrollo de múltiples tramas y exige la constante presencia de un lector inteligente. Su narrador omnisciente –impulsivo, casi invasivo- está siempre presente en la acción y juega a subvertir los tiempos verbales: “La primera víctima era tan escandalosa como su padre… pero también su muerte provocará ondas expansivas que afectarán a todas las personas que la conocían… Su padre nunca se recuperará”. No necesita de frases espectaculares ni escenas de impacto, su prosa es tan afilada y precisa como un bisturí que abre en canal a los personajes con una naturalidad pasmosa. Así es el estilo de Lauren “Ripper” Beukes en esta novela.
«Las luminosas» es un thriller escalofriante en el que se dan cita misterio, personajes extraordinarios, múltiples cambios de escenario y un desenlace de infarto. Una obra excepcional capaz de satisfacer las más altas expectativas de públicos tan aparentemente diferentes como los amantes de la novela negra, de la ficción especulativa o lo sobrenatural, y que constituye un excelente material para un largometraje memorable. Es difícil encontrar hoy día títulos así.