Valoración en breve:
Una de las novelas más divertidas que he tenido oportunidad de leer en los últimos años. Breve, ligera, amena e intrascendente, aunque, a su vez, capaz de retratar nuestra controvertida sociedad moderna y, en particular, la idiosincrasia estadounidense con sus filias, fobias, bondades y paranoias. En definitiva, un completo pasa-páginas.
Una obra que bebe de muchas fuentes de éxito, entre ellas las películas de acción y, en particular, Parque Jurásico, a la que rinde un amplio homenaje. Una historia entretenida y muy dinámica con la que los lectores podrán pasar un buen rato de lectura distendida
La sociedad por la preservación de los Kaiju
-Argumento-
Jamie Gray abandonó el doctorado para trabajar en una pequeña empresa de economía colaborativa dedicada a servir comida a domicilio. Aunque asegura tener brillantes ideas con las que mejorar el negocio, su jefe le degrada a simple repartidor cuando estalla la pandemia del Covid-19. Sin otros medios económicos a su alcance y con la urgencia de tener que pagar el alquiler mensual, se ve obligado a aceptar esta humillación.
Cierto día realiza una entrega a un viejo conocido, quien le ofrece trabajo en una organización comprometida con el estudio y la protección de los animales. Lo que no le comenta su amigo es que estos seres no se encuentran en la Tierra; no en la nuestra, al menos: en una dimensión alternativa, unas criaturas gigantescas parecidas a los dinosaurios vagan por un mundo libre de humanos; son seres salvajes y sumamente peligrosos, que deben ser estudiados con gran cuidado en su hábitat natural.
Pero los miembros de la Sociedad para la Preservación de los Kaiju (SPK) no son los únicos que han hallado la manera de acceder a este mundo paralelo. Otros también lo han hecho y su desmedida ambición podría provocar enormes desastres y millones de muertos.
-Valoración-
John Scalzi es uno de los escritores más divertidos, simpáticos y accesibles de la actual ciencia ficción norteamericana. Es autor de numerosas obras de género, entre ellas Redshirts (premio Hugo y Locus 2013), El fin del imperio (premio Locus y finalista del Hugo 2018) y la popular serie de La Vieja Guardia –conformada hasta el momento por seis novelas, todas ellas publicadas en español, más una veintena de relatos y novelas cortas todavía inéditas–. Ha sido presidente de la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de América (SFWA) y sus libros traducidos a una quincena de idiomas. En España el sello Minotauro publica con gran éxito sus obras.
La sociedad por la preservación de los kaiju es una de las novelas más divertidas que he tenido oportunidad de leer en los últimos años. Breve, ligera, amena e intrascendente, aunque, a su vez, capaz de retratar nuestra controvertida sociedad moderna y, en particular, la idiosincrasia estadounidense con sus filias, fobias, bondades y paranoias. En definitiva, un completo pasa-páginas.
¿Y cuál es el secreto de su éxito? En primer lugar, un estilo sencillo en el que domina el diálogo, una trama aventurera y un tanto alocada, abundante acción y escenas festivas, un amplio sentido de la maravilla, un personaje perdedor con el que resulta fácil empatizar y mucho, mucho humor –incluidos chistes privados, solo al alcance del aficionado más incondicional–. También incorpora algunos personajes LGBTIQ+ que refuerzan la diversidad, un gran exotismo en la descripción de la fauna y flora local, diversos guiños frikis –desde bases de operaciones que tienen nombres de películas de Godzilla a la mención de series, novelas y videojuegos–, y un largo etcétera.
De todo el argumento brilla con especial intensidad el análisis de la biología y costumbres de unos seres tan fascinantes como los kaiju, que funcionan como auténticos reactores nucleares y que se sienten atraídos por las explosiones atómicas acaecidas en nuestro planeta porque debilitan la barrera dimensional. Y todo ello, a decir verdad, expuesto con bastante sentido científico (teóricamente hablando).
La manera en la que el SPK obtiene fondos con los que financiar su actividad es muy propia del mundo anglosajón: una colaboración público-privada entre agencias estatales y grandes corporaciones multinacionales con intereses en investigación, que se podrían beneficiar de los descubrimientos realizados y, por supuesto, sus CEO gozar de un turismo exclusivo. En este sentido, se asegura que los humanos intentan dejar el menor impacto ecológico de su presencia en ese mundo y, por ello, aprovechan materiales autóctonos para construir sus bases y vehículos, lo que da lugar, por ejemplo, a aerostatos ultraligeros y comida exótica; todo perfecto, sino fuera porque luego olvidan recoger equipo de vídeo-vigilancia inservible y demás basura tecnológica. Un completo contrasentido.
Por si todo lo anterior no fuera suficiente, Scalzi refuerza la trama con una conspiración, una línea paralela que demuestra que los verdaderos monstruos no son los kaiju sino la avaricia y mezquindad humanas. Aunque el desenlace cierre de forma satisfactoria este tema, queda un resquicio para una posible continuación.
Como detalle simpático, la Fiesta de Iniciación para los novatos del SPK parece funcionar como una especie de fiesta de los perdedores del premio Hugo durante la WorldCon; es decir, mucho alcohol, diversión, camaradería, bromas y buen rollo en general, aunque de manera organizada y con protocolos e instrucciones para todo. No en balde, ya lo saben, son anglosajones.
En resumen, La sociedad por la preservación de los kaiju es una obra que bebe de muchas fuentes de éxito, entre ellas las películas de acción y, en particular, Parque Jurásico, a la que rinde un amplio homenaje. Una historia entretenida y muy dinámica con la que los lectores podrán pasar –pese a algunas incómodas erratas– un buen rato de lectura distendida.
