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Libros publicados en 2006

Franco. Una historia alternativa

Franco. Una historia alternativa

Comentario:

 

La idea de plantear antologías temáticas no es nueva. La idea de confeccionar un volumen específico sobre historia alternativa tampoco. Sin embargo, llevar a cabo una compilación de relatos cuyo tema central es la ucronía franquista es todo un acontecimiento que ha tardado demasiado tiempo en ver la luz. Siendo la Historia uno de los temas más atractivos de la literatura y la Guerra Civil el mayor conflicto interno padecido por este país, lo que ha deparado innumerables novelas de temática realista y ensayos de recuperación histórica, sorprende el hecho de ser ésta la primera antología de estas características, pese a que novelas y relatos no hayan faltado a lo largo de estos 30 años desde la muerte del dictador.

 

Julián Díez, hoy por hoy el mayor divulgador de ciencia ficción en España, dirige la presente compilación. Notable crítico, ha dado pruebas de seriedad, solidez de criterio, búsqueda de calidad literaria y respetabilidad del género encabezando trabajos como «Las cien mejores novelas de ciencia ficción del siglo XX» (La Factoría de Ideas, Solaris Ficción nº 19. 2001) o «Antología de la ciencia ficción española (1982-2002)»; es, por tanto, una de las voces más capacitadas para llevar a cabo con éxito esta empresa. Para ello ha contado con buena parte de las mejores firmas de la narrativa fantástica española contemporánea; por supuesto, se echan de menos escritores de la talla de César Mallorquí, Rodolfo Martínez, Elia Barceló, José Antonio Cotrina, Alfredo Álamo... autores con una obra literaria propia con la que, imagino, no siempre es posible coincidir en todo tipo de proyectos.

 

El presente volumen recopila nueve historias: tres cuentos –dos excelentes- ya editados y seis inéditos que, lamentablemente y salvo excepción, no brillan a la misma altura. Díez inicia su libro con una introducción: “Ucronía: soñar la historia” que presenta y explica el escenario ucrónico, además de situar el contexto histórico de las obras más representativas, realizando un verdadero alarde de claridad, amenidad y rigor didáctico (1); así, por ejemplo, define el subgénero como “aquella narración en la que el curso de los acontecimientos históricos es alterado para dar lugar a un mundo diferente al nuestro pero verosímil”. El volumen se completa con una enumeración de ucronías escritas en España a cargo de Alfonso Merelo, un exhaustivo compendio de obras que incluye resumen e indicación del punto Jumbar (2).

 

En el apartado de relatos, sorprende (y discrepo en) la decisión de incluir el cuento de José Antonio del Valle “Los hijos de nuestros hijos”, un excepcional relato ucrónico sobre la Segunda Guerra Mundial que nada tiene que ver con la Guerra Civil o la ucronía franquista; por otra parte, se da el caso de que el autor cuenta con al menos un cuento que sí cumple esta premisa: “Vieja maldición china”, narración por comparación bastante menor pero que, por la misma razón, se podría haber optado por elegir otra narración no inédita de Eduardo Vaquerizo de entre las que transcurren en el mismo universo de su novela «Danza de tinieblas». Coherencia interna frente a calidad literaria, difícil dilema.

 

Finalmente, el libro logra aglutinar un muy recomendable ramillete de historias que reflexionan sobre este periodo clave de la España contemporánea que, pese a todo, dejan un cierto sabor agridulce debido a que podrían haber deparado aún mejores momentos dada la altísima calidad de los autores que lo componen. En cualquier caso, una iniciativa sumamente atractiva que posee la virtud de no extinguirse con el presente volumen y, de momento, conforman sin duda la antología más importante del año.

 

 

Incluye:

"Ñ", de David Soriano

"Luz inhumana", de Eduardo Vaquerizo

"Arquitectura fascista" de Ramón MUñoz

"Dos Niños jugando", de Juan Miguel Aguilera

"Baraka", de Rafael Marín

"Los hijos de nuestros hijos", de José Antonio del Valle

"El derbi", de Pedro Pablo García May

"Camino del cielo", de Santiago Eximeno

"El ángel rojo", de Javier Negrete

 

(1) Aún así, sorprende el dato de que afirme conocer sólo tres ucronías cinematográficas. ¿Acaso no considera tales las obras de política ficción, como «Siete días de mayo» o «Teléfono rojo, volamos hacia Moscú»?

(2) Pese a todo, faltan algunos detalles relevantes, especialmente referentes a premios (“El día que hicimos la transición” fue nominado al premio internacional Sidewise dedicado a Historia alternativa; “El coleccionista de sellos” ganó el premio UPC 1995 y Gigamesh de Novela, y quedó finalista del Ignotus de Novela 1997; “Fuego sobre San Juan” fue finalista del UPC 1998, etc. Por otra parte, faltan algunas historias y a mi entender sobran otras, como “La derrota de la Grande Armada”, excelente relato de Carlos Saiz Cidoncha donde el curso de la Historia no se ve alterado en ningún momento gracias a que la pérfida Albión cuenta en su favor con fuerzas esotéricas.

 

Valoración: Notable

"Ñ", de David Soriano

 

Según reconoce el propio Julián Díez, la idea de esta antología surge del impacto que supuso esta historia en su publicación original dentro de las antologías Artifex (en concreto, en su volumen noveno de la 2ª Época); una de las historias más originales y sorprendentes de los últimos tiempos que, todo hay que decirlo, no ha gozado de la proyección que merece y este libro viene a reivindicar.

 

David Soriano, catalán de nacimiento, se ha “especializado” en narraciones en las que pone en solfa temas “intocables”. Así, en “Historia sagrada” desarrolla una comprometida interpretación de la Biblia, “Grex Christi blues” arremete contra los chicos-bien que estudian en centros religiosos, y ahora le llega el turno a la política y el sentir nacionalista. Con un rigor histórico absolutamente magistral -a la altura de un buen historiador-, una argumentación altamente especulativa y un excepcional manejo de personajes y discurso narrativo, logra hilvanar su indiscutiblemente mejor relato hasta la fecha. Ya en la primera frase nos sumergimos en una realidad alterada pero reconocible, una recreación alternativa de los días de la Transición que incluye momentos de auténtica genialidad; no es para menos partiendo del siguiente planteamiento: “La historia de España cambió siglos atrás cuando la unificación de las Coronas peninsulares se produjo bajo la Corona de Aragón (1), de manera que el peso político, económico, social y cultural recayó sobre Cataluña. En el primer tercio del siglo XX hubo una guerra civil, de la que salió vencedor el dictador Feliubadaló, que acaba de morir y se empiezan a dar los primeros tímidos pasos hacia una transición democrática. El espíritu autonomista ha nacido en Castilla, que reivindica sus derechos históricos y su lengua castellana”.

 

Massana, un personaje perfectamente retratado en su fascismo, es un funcionario nostálgico del antiguo régimen catalanista, que conspira para asesinar al líder histórico del nacionalismo castellano que está a punto de volver del exilio: Emeterio Ruiz de la Barca-Fery, dirigente de Izquierda Comunera. Por supuesto, el autor advierte que cualquier correlación con la realidad no es intencional, pero a buen seguro al lector le resultará imposible abstraerse al placer de encontrar semejanzas y diferencias entre ambos cursos históricos. Pese a todo, lo que convierte en excepcional al relato no es la mera transposición de nombres, lugares, hechos históricos y puntos de vista, sino la extrapolación de un nuevo marco histórico perfectamente verosímil. Un texto para gozar de sus muchos detalles y reflexionar sobre los diferentes enfoques contrapuestos de los personajes, que conforman una especie de metáfora invertida de nuestra sociedad contemporánea; todo ello aderezado con una sana ironía, notable inteligencia y apreciable inclinación por el buen gusto, la claridad de ideas y la amplitud de miras, que nos obliga a reírnos de nosotros mismos y replantearnos nuestros valores más íntimos. Incluso el desenlace entraña una broma macabra muy propia de nuestra idiosincrasia. Un relato que daría pie a un excelente guión de corto ó largometraje.

 

(1) “El rey Ferrán IV de Castella se rindió frente a las tropas de Jaume II, hecho base del que arranca la historia de Espanya como nación consolidada”. Nótese la deliciosa alteración de nombres de monarcas y topónimos, que provoca un diferente planteamiento histórico y consiguiente esquema mental del narrador

 

Valoración: Excelente

"Luz inhumana", de Eduardo Vaquerizo

 

Hacia el final de la Guerra Civil, el físico teórico Jaime Redondo propone al presidente Manuel Azaña construir una bomba atómica que dé un giro definitivo a la contienda. De hecho, el punto Jumbar o de divergencia histórica se establece precisamente en la publicación de su teoría sobre la reacción de fisión autosostenida (inicialmente despreciada por el stablishment investigador) que instigaron la correspondencia y posterior visita histórica de un joven premio Nobel Albert Einstein a Madrid en 1923. Ambos supuestos: bomba atómica española y físico alemán desaconsejando la investigación por sus terribles consecuencias, desgraciadamente se tornan demasiado ambiciosos para los resultados obtenidos.

 

La estructura de escenas es mejorable, la historia no convence y decae en su segunda mitad pero, sobre todo, el desenlace final añade un inesperado giro hacia el folletín. Tampoco se sostiene la argumentación de que Redondo completara la bomba por venganza (su mujer no la mató un bombardeo franquista sino un “accidente” de laboratorio) ni el desangelado epílogo europeo. No obstante, Vaquerizo da muestras más que suficientes de buen oficio: la narración es fluida y emplea un excelente castellano, la ambientación investigadora recuerda la vida del sabio Santiago Ramón y Cajal y apariciones de personajes históricos como el citado Azaña o un Einstein interesado por el mundo ofrecen calor humano al aura del mito.

 

Valoración: Interesante

"Arquitectura fascista (1)", de Ramón Muñoz

 

Cada nuevo relato de Ramón Muñoz supone un pequeño acontecimiento: su obra es, desgraciadamente, demasiado escasa, pero prácticamente nunca defrauda las expectativas. El -en mi opinión- mejor estilista actual del fantástico español precisa escribir una novela que lo encumbre definitivamente a lo más alto de las letras fantásticas (si es que tal cosa existe o puede llegar a existir), pese a que es autor de un conjunto de relatos que, recopilados en un único volumen, conformaría una de esas antologías que con el tiempo adquieren marchamo de canon, como «El círculo de Jericó» de César Mallorquí, «Besos de alacrán y otros relatos» de León Arsenal ó «Sagrada» de Elia Barceló. Muñoz recurre en esta ocasión al relato de una Transición convulsa y claramente diferenciada de la real, una historia que posee un doble objetivo: por una parte, plantea una más que interesante ucronía política y, por otro, desarrolla un auténtico relato de aventuras al más puro estilo de los descubridores de principios del siglo XX.

 

Por orden de su padre, el joven Carlos será el nuevo acompañante de un anciano José Antonio Primo de Rivera, postrado en silla de ruedas. El personaje histórico es mostrado en su faceta más humana, revelando poco a poco su visión utópica y desencantada con el régimen fascista que gobernó España durante los últimos decenios. Una revisión comprometida y radicalmente diferente a la auténtica, pues toma la personalidad e ideales de su padre, el estadista Miguel Primo de Rivera (a los que suma, incluso, episodios biográficos, especialmente su relevancia política y amargura final por las ingratitudes recibidas), desviándolo de la agitación callejera, la conspiración golpista y el escaso apoyo popular que fueron las constantes de su vida antes de su fusilamiento en los días previos al inicio de la Guerra Civil.

 

En este universo alternativo, el líder de la Falange ideó y encabezó una campaña civil que tuvo por objeto llevar la civilización y los valores cristianos a las lejanas tierras del Congo. Una expedición a la que, en esencia, embargaban ideales altruistas aunque claramente totalitarios y de exaltación nacional. Para explicar este hecho insólito es necesario aclarar el escenario político de esos convulsos años: la República salió reforzada tras el fracasado pronunciamiento del general Franco “porque se habían aprendido las lecciones de la «Sanjurjada»”; se evitó el fantasma de la Guerra Civil y pactaron compromisos. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial concluyó con la victoria alemana en 1942 y el temor a una invasión germana propició la victoria de la derecha en las elecciones españolas. Calvo Sotelo fue elegido presidente, quien dio un giro hacia el modelo italiano de estado autoritario; con la Falange minoritaria y desorganizada, José Antonio decidió desviar su atención al exterior aprovechando el parón colonizador europeo tras la gran Guerra. Cuarenta años después, tras una fallida Transición que protagonizó una débil coalición de izquierdas formada por socialistas y maoístas, se tiende un tímido puente hacia nuestra realidad… y, a la vez, la promesa de nuevas ucronías.

 

Muñoz ofrece uno de los textos de mayor valor literario; sin duda, el mejor de entre los inéditos. Excepcional el retrato del personaje pseudo-histórico, el manejo del lenguaje al servicio de la historia, el retrato de costumbres, el episodio aventurero, los detalles de entorno que permiten al lector completar el cuadro ucrónico. Sin embargo, éste no resulta del todo satisfactorio; quizás porque no termine de resultar del todo creíble, pese a mezclar sabiamente personajes y hechos reales con otros ficticios, o por dejar cabos sueltos como que la potencia hegemónica de la zona, Italia, no dispute a España siquiera la conquista. Una narración, en definitiva, en la que se echa de menos una última revisión que iguale la perfección formal y temática a la que nos tiene acostumbrados.

 

(1) El fascismo es una doctrina populista que precisa de grandes fastos y gestas para su propia identidad. Cuando el Ministerio de Gobernación y otros magnos edificios oficiales construidos para ensalzar al régimen son abandonados debido a las algaradas callejeras, adquieren una pátina de necrópolis, de monumento vacío, de gigante con pies de barro. El título, polisémico como todos los del autor, se refiere no sólo a estas edificaciones sino a gestas que, como la presente, conforman la “arquitectura” sentimental sobre la que se apoya el régimen.

 

Valoración: Notable alto

"Dos niños jugando", de Juan Miguel Aguilera

 

28 de junio de 1916. Francisco Franco muere en combate durante el asalto a la loma de las Trincheras en Marruecos. Quince años más tarde, Ramón Franco, presidente de la República de España, discute con su redivivo hermano sobre el giro dictatorial que ha tomado su gobierno. En vista del fracaso, Francisco decide aprovechar su prestigio como héroe del raid transatlántico del hidroavión Plus Ultra para realizar una intrépida intentona golpista que restaure la República en España.

 

Una de las propuestas más interesantes del libro resulta, a la postre, la más decepcionante. Aguilera se limita a repetir los hechos históricos acaecidos en el aeródromo de Cuatro Vientos en 1930 encarnándolos en un hermano diferente, e introduciendo de paso un elemento fantástico (el retorno de la muerte del militar gracias a un elemento sobrenatural) totalmente anticlimático, pues tanto hubiera servido a efectos del relato dejarle malherido e inútil para el servicio activo en el ejército. En esta historia todo es acción (y guiños a un teórico lector conocedor de la historia contemporánea), sin desarrollo de personajes y con un errático discurso narrativo que paulatinamente va perdiendo fuerza. Desde luego, escenas intencionalmente risibles como la articulación del golpe de estado a golpe de chapuza e improvisación no ayudan a dotar de mayor credibilidad a la propuesta.

 

El mayor interés de la narración se reduce, pues, a determinados detalles de cara a la galería, como la imagen de un Francisco Franco escritor de novelas de historia alternativa que –paradójicamente- reflejan nuestra realidad. Un relato que no dejará huella pero, pese a todo, se lee con agrado.

 

Valoración: Interesante

"Baraka", de Rafael Marín

 

17 de julio de 1936. En la noche del levantamiento militar, las dudas asaltan al general más joven de su época. Franco observa en la imagen especular a su propio yo, anciano y fracasado, quien le insta a cambiar el curso de la Historia y proseguir con el alzamiento. Ese detalle, cambiar la Historia para que sea precisamente el curso actual el escenario ucrónico, es el que dota de una veta de genialidad a la historia, un relato breve, casi anecdótico, pero que conserva intacta su fuerza desde que fuera escrita hace más de veinte años. Aún así hoy día suena algo pretencioso.

 

Valoración: Interesante

"Los hijos de nuestros hijos", de José Antonio del Valle

 

Comentario

 

"El derbi", de Pedro Pablo García May

 

En la Europa de los sesenta, Alemania es la potencia hegemónica del viejo continente debido a que venció en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a sus 74 años Adolf Hitler padece Alzheimer y los Estados Unidos disponen de la bomba atómica. Para hacer frente a ambas contrariedades, los servicios secretos germanos idean un plan para que el dictador recupere la memoria y, de paso, enviar un claro “mensaje” a las autoridades americanas sobre la superioridad nazi: nada menos que asesinar a Pelé, jugador afro-americano del Real Madrid, durante la celebración de la Copa del Generalísimo en el Estadio Bernabéu. El agente secreto encargado de llevar a cabo tamaña acción es Jaime, intérprete del histórico encuentro entre Franco y Hitler en Hendaya, y acérrimo seguidor del Atlético de Madrid, eterno rival del equipo merengue...

 

En este relato de aceptable ambientación ucrónica, ganador del premio Pablo Rido, el autor da muestras de su estilo desinhibido y socarrón, introduciendo abundantes “cameos” de personajes políticos en papeles completamente contrarios, tergiversando hechos históricos adjudicándoles distinto signo y partícipes, etc. Una historia irreverente y divertida, pero con exceso de sal gorda y el detalle de mal gusto de señalar un atentado contra un personaje vivo. Igualmente, comparte demasiado escenario argumental con “Ñ”, lo que le resta originalidad.

 

Valoración: Interesante

"Camino del cielo", de Santiago Eximeno

 

La intervención directa de Alemania durante la Guerra Civil propició un expedito desenlace del conflicto, convirtiendo a España en una nación satélite del eje nazi. Además, el ejército germano logró la victoria en la Segunda Guerra Mundial gracias a un pacto de no agresión con Rusia. En la actual Europa ocupada y militarizada, en Guerra Fría con prácticamente el resto del mundo (Norteamérica, que invadió buena parte de Centroamérica y países emergentes como Venezuela y Brasil; Rusia, el imperio chino-japonés…), un gris funcionario español perteneciente a una subsidiaria alemana es enviado al campo de concentración de Auschwitz para la inauguración de los nuevos crematorios. Debido a informes de denuncia de la Cruz Roja y a las presiones nacidas en el seno de su ejército, Hitler tuvo que doblegarse a la petición internacional opuesta a los campos de exterminio; ahora que la situación internacional lo permite, el paréntesis de veinte años puede dar paso a una nueva época de horror.

 

Este impresionante relato mantiene en todo momento la atmósfera opresiva propia de la ocupación militar nazi, su consiguiente represión y sumisión total de los pueblos conquistados, y la sensación general de holocausto. Una ucronía perfectamente orquestada en la que los teléfonos móviles comparten escenario con zeppelines y otros detalles de genialidad como los “mengeloides” (clones trabajadores-esclavos de las fábricas alemanas), y donde la historia se erige en auténtico protagonista. Una narración terrible, trascendente, cuyo desenlace ofrece un doble giro argumental absolutamente brutal que muestra una desoladora imagen del ser humano.

 

Cada personaje es consecuente con su forma de pensar y esto es especialmente relevante en el caso del protagonista, quien en su fiero interno se siente miembro de los elegidos (aunque sea a costa de la mezquina recompensa de servir como perrito faldero a sus amos nazis) pero, pese a todo, intenta trascender toda una vida de intoxicación informativa para ofrecer una esperanza de futuro a su familia. Junto con el relato de Ramón Muñoz, uno de los pocos inéditos que se han tomado realmente en serio el desafío que suponía este libro.

 

Valoración: Excelente

"El ángel rojo", de Javier Negrete

 

Tres niños aficionados a los tebeos de superhéroes encuentran a un indigente que asegura ser el Ángel Rojo, mutante malherido tras una violenta lucha contra un supervillano. Los niños deciden ayudar al vagabundo mientras alternan tareas escolares y obligaciones personales, añadiendo matices a un universo alternativo ambientado en 1992: aniversario del Quinto Centenario del Descubrimiento de América y centésimo cumpleaños del Generalísimo en el poder. Un universo que, en esencia, no ha cambiado demasiado respecto a la imagen de España de los años 50’: la carestía (tienen tele en blanco y negro), la escuela franquista, la familia... narrado desde la ternura e ingenuidad de la óptica infantil.

 

Pese al barniz fantástico (superhéroes luchando en la Segunda Guerra Mundial contra supervillanos como Franco, Hitler, Stalin), en esencia puramente anecdótico, lo mejor de esta historia es la recreación de una época a cargo de unos personajes entrañables por quien muchos lectores de cierta edad sentirán una profunda nostalgia. Una historia ágil, amena, adictiva, pero que nunca hubiera debido ser fantástica o, al menos, ucrónica.

 

Valoración: Interesante

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