Stephen Leeds es plenamente consciente de sus alucinaciones, aunque se considera una persona cuerda porque es capaz de mantenerlas bajo control la mayor parte del tiempo. Él las llama “aspectos”, proyecciones de su mente que poseen personalidades muy diferentes y cuentan con habilidades extraordinariamente útiles para su vida privada y profesional. Porque ¿qué mejor asesor de seguridad que un experto en armas albergado en su propia mente a quien poder recurrir en caso de necesidad? O un erudito en historia, un experto en literatura, en idiomas, fotografía… incluso un psicoanalista que le ayude a mantener su equilibrio mental y discernir los propósitos de la gente.

 

Simplemente debe respetar algunas sencillas reglas, como habitar en una lujosa mansión con habitaciones suficientes para todos sus aspectos, comprar billetes de avión para las personalidades imaginarias que desea le acompañen, o solicitar menús adicionales en restaurantes; sin olvidar, por supuesto, un mayordomo real capaz de soportar todas sus excentricidades. Poca cosa para alguien tan asquerosamente rico como él, y de esta forma se asegura la colaboración voluntaria de todos sus aspectos, para perplejidad de cuantos le rodean que únicamente ven asientos vacíos.

 

Porque, en contra de toda lógica y de la opinión de los psiquiatras que le trataron, sus proyecciones demuestran con hechos irrefutables su consistencia “real”; y, aún mejor, Leeds es capaz de invocar un nuevo aspecto en apenas unos minutos de bucear en un nuevo área de conocimiento humano. Así las cosas, es natural que su ocupación sea ayudar al prójimo… por un precio desorbitantemente alto, razón fundamental de su enorme riqueza.

 

Cierto día recibe un sobre anónimo que contiene una única fotografía de un paraje tal y como hubiera sido siglos atrás; días después recibe otra instantánea imposible, y así hasta que una misteriosa mujer se presenta en su mansión con el propósito de contratar sus servicios para recuperar un objeto robado, nada menos que una cámara fotográfica capaz de captar imágenes del pasado.

 

 

“Legión” es una historia tremendamente divertida, que derrocha imaginación e humor y cuenta con un argumento dotado de abundantes giros inesperados. El relato comienza de una manera sencilla y atrapa progresivamente la atención del lector mientras éste va descubriendo las particularidades y genialidad del excéntrico personaje hasta su vertiginoso desenlace.

 

Sanderson realiza un uso inteligente de la trama y de sus capacidades como narrador, pese a que su estilo no brille demasiado en este caso y solo Leeds demuestre su solidez como personaje frente a estereotipos útiles como Mónica. Una intriga detectivesca tan entretenida como intrascendente, en la que entran en juego agencias de inteligencia, organizaciones terroristas, viajes a Oriente Medio y amenazas capaces de minar los cimientos del catolicismo y desestabilizar regiones enteras.

 

Valoración: Muy Interesante

 

Wan ShaiLu es una de las mejores falsificadoras del imperio, una maga dotada de un talento místico capaz de alterar la esencia misma de la realidad. Shai fue atrapada y condenada a muerte cuando intentaba robar la joya más famosa del mundo y sustituirla por una creación suya, pero el consejo de los cinco árbitros que gobierna en la sombra le ofrece la libertad a cambio de la más ambiciosa falsificación que pueda llegar a concebirse: la del alma del emperador Ashravan, en estado catatónico tras sufrir un vil atentado.

 

Los cirujanos de palacio repararon su cuerpo pero el cerebro tuvo que ser sustituido por una mente vacía que es preciso completar con la personalidad del monarca, tomando como base escritos oficiales, su diario personal en el que relata sus pensamientos más íntimos y la singular pericia de esta consumada artista del engaño. Shai comprende que se encuentra en un callejón sin salida, sus captores no le permitirán salir con vida en el hipotético caso de tener éxito, y mientras trama formas de escapar de la celda en la que se encuentra retenida se esfuerza por comprender la fascinante idiosincrasia de un idealista que fracasó en su intento por cambiar las cosas. Y solo dispone de cien días para culminar su encargo, el tiempo de dura el duelo por la muerte de la emperatriz.

 

 

Novela corta ganadora del premio Hugo en 2012 y finalista del World Fantasy, una historia fascinante que posee un tono mucho más reflexivo, trascendente y épico que la narración anterior. Los personajes de Shai y su antagonista, el anciano Gaotona (incluso el Emperador, pese a su ausencia) aparecen magníficamente perfilados y aportan el testimonio de una vida consagrada a muy diferentes intereses, sentimientos, deberes y obligaciones. Gaotona, al igual que el resto de árbitros, considera el arte de la falsificación como una abominación, una copia tal vez indistinguible del original pero carente de espíritu, pero su necesidad pesa más que su conciencia. Shai, por su parte, es una mujer astuta que siempre sale con bien de sus empresas, aunque cada día se siente más unida al emperador y el más anciano de sus consejeros constituye para ella un completo enigma.

 

El imperio que retrata el escritor norteamericano se inspira en las culturas asiáticas que tuvo oportunidad de conocer gracias a su estancia en Corea como misionero de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona). Una sociedad extraordinariamente clasista y que demuestra un profundo respeto por las costumbres ancestrales, pero cuya corte está plagada de mentiras, corruptelas y facciones en lucha por la supremacía.

 

El relato plantea, además, un innovador sistema de magia (Sanderson ofrece uno diferente para cada universo de ficción) basado en una cierta lógica científica. No se trata tanto de copiar un objeto con el que poder engañar a otras personas sino del arte de imitar en su integridad, comprender su esencia (origen y composición) y crear una reproducción tan perfecta y hermosa que jamás sea cuestionada. En este arte la orden más elevada lo constituyen los sellos, elaborados a partir de valiosas piedras de alma capaces de acumular una magia especial.

 

“El alma del emperador” es un auténtico derroche de imaginación y originalidad, un relato que, por estructura, tono y forma de narrar, bien puede asemejarse a un cuento clásico. Con la ayuda de algunas escenas claramente en deus ex machina (sin ir más lejos, la azarosa huida de Shai), la historia desemboca en el único desenlace posible, un devenir que ofrece una oportunidad de redención para todos, de aprender una lección vital y reorientar la existencia hacia objetivos mucho más nobles.

 

Valoración: Muy Notable