Valoración en breve:
Un ingenioso divertimento repleto de acción y macabra ironía, que revela una historia secreta del mundo perfectamente camuflada (e integrada) en nuestra realidad cotidiana. La clave del éxito de esta divertidísima novela reside en el conocido juego de contrarios: una terriblemente atractiva mezcla de aventura desmadrada que el autor justifica a un nivel racional e, incluso, (en apariencia) científico; el comprensible deseo del protagonista por entrar en acción que se ve obstaculizado, una y otra vez, por el soporífero trabajo burocrático; el humor sarcástico con el que éste combate su miserable vida, etc
Fantasía oscura y horror sobrenatural, pues, aderezado con múltiples guiños cinéfilos, seriéfilos y de cultura pop, que rinden un reconocido homenaje al horror de H.P. Lovecraft, el cyberpunk de Neal Stephenson y el thriller de espías
El archivo de atrocidades
-Argumento-
Bob Howard trabaja en la Lavandería, una agencia gubernamental británica ultrasecreta encargada de proteger nuestro mundo de los ataques de seres de pesadilla procedentes de otras realidades extradimensionales. Antiguo hacker, reclutado a la fuerza cuatro años atrás después de llevar a cabo unas comprometedoras investigaciones esotéricas, languidece en un puesto de mantenimiento de sistemas informáticos a la espera de una oportunidad para convertirse en agente de campo, su verdadera vocación.
Mientras asiste a un aburrido curso introductorio en demonología computacional –materia que podría haber impartido él mismo pero que realiza como venganza por parte de una superior despechada–, demuestra la iniciativa y reflejos necesarios para salvar de una muerte horrible a sus compañeros, por lo que es ascendido al servicio activo.
Pero su nuevo destino no es ni remotamente como esperaba, pues además de enfrentarse a diario a las misiones más extravagantes y peligrosas, repletas de horrores innombrables, antiguos monstruos lovecraftianos, invocaciones necrománticas, nazis procedentes de universos alternos, agencias rivales y hasta el fin del mundo, Bob debe lidiar con interminables reuniones de trabajo y montones y montones de papeleo.
-Valoración-
Con este interesantísimo volumen inicia su andadura la editorial Insólita, especializada en narrativa extranjera de género fantástico aunque, por supuesto, sin desdeñar a los autores españoles como lo demuestra la publicación de su segundo título, la terrorífica Vienen cuando hace frío de Carlos Sisí. Para finales de 2017 anuncian El largo viaje a un pequeño planeta iracundo de Becky Chambers y, ya para el año que viene, las muy esperadas Todos los pájaros del cielo de Charlie Jane Anders, Too Like the Lightning de Ada Palmer y Jade City de Fonda Lee.
Para su debut, el editor Christian Rodríguez ha elegido una obra señera que inexplicablemente aún permanecía inédita en español, como era este El archivo de atrocidades del escritor británico Charles Stross; un libro compuesto por la novela homónima (publicada originalmente en 2001 de forma serializada en la revista Spectrum SF) y la novela corta “La jungla de cemento” (“The Concrete Jungle”), ganadora del premio Hugo en 2005. Stross es también autor de las celebradas novelas Cielo de singularidad (2004), Amanecer de hierro (2007), La casa de cristal (2007), Accelerando (2011) y Brecha nuclear (2012), entre otras.
Esta novela constituye un ingenioso divertimento repleto de acción y macabra ironía, que revela una historia secreta del mundo perfectamente camuflada (e integrada) en nuestra realidad cotidiana. De esta manera, una pléyade de acontecimientos históricos permanecen ocultos o han sido convenientemente tergiversados para evitar alarmar a la opinión pública, aunque “la Oficina” (como coloquialmente se conoce a la Lavandería) deba neutralizar continuamente todo tipo de nuevas amenazas.
Bob Howard es el protagonista absoluto de la trama. Un técnico inteligente, insubordinado y con un innegable talento para meter las narices en donde no le llaman y crearse problemas… alguien a quien le gusta saltarse los protocolos e improvisar; es decir, un personaje que lo tiene prácticamente todo para resultar atractivo. Su jefa de departamento es la execrable Bridget, cuya mano izquierda es la no menos odiosa Harriet de administración, quien somete a escrutinio el coste de cada operación ("en la Lavandería los gastos no autorizados no conllevan pena de horca, pero desde luego están casi a la altura de la insubordinación y el amotinamiento" o "Las infracciones del presupuesto se castigan como crímenes de guerra"); si bien, tras su paso al servicio activo, solo debe rendir cuentas a su responsable directo Andy y al legendario jefe supremo Angleton.
A sus veintiséis años de edad, Bob comparte piso con dos frikis que forman pareja gay y que también trabajan para la compañía: Cerebro y Pinky, y tiene una follamiga llamada Mhari (“una zorra psicópata maniaco-depresiva”) que lo maneja a su antojo. Sin embargo, en una rutinaria misión en Estados Unidos conoce a una despampanante pelirroja y entonces comienzan sus verdaderos problemas, tanto laborales como sentimentales.
La clave del éxito de esta divertidísima novela reside, en mi opinión, en el conocido juego de contrarios: una terriblemente atractiva mezcla de aventura desmadrada que el autor justifica a un nivel racional e, incluso, (en apariencia) científico; el comprensible deseo del protagonista por entrar en acción que se ve obstaculizado, una y otra vez, por el soporífero trabajo burocrático; el humor sarcástico con el que éste combate su miserable vida; los enemigos y secundarios que se oponen a sus objetivos, etc. Este encadenamiento de continuos contrastes contribuye al desarrollo de escenas muy dinámicas y siempre sorprendentes, para mayor solaz del lector.
Además, la estructura episódica de los capítulos permite sostener muy bien el suspense y el lenguaje “técnico” que emplea el texto combina a la perfección detalles de alta tecnología con elementos esotéricos y de formulación matemática que hará las delicias de los aficionados más geeks. Un estilo muy particular que el escritor británico adereza con continuas pullas al funcionamiento de la administración pública, chistes de informáticos/ingenieros y metáforas grotescas y freaks.
Si bien el inicio de la historia se antoja un tanto pulp y previsible, pronto nos sentimos atrapados por la magia e irreverente imaginación de Stross, quien llega a convertir este relato en el principio de una entretenidísima serie de culto que toma como base a la citada agencia y la sitúa en un universo donde la demonología es una rama especializada de las matemáticas. Fantasía oscura y horror sobrenatural, pues, aderezados con múltiples guiños cinéfilos, seriéfilos y de cultura pop, que rinden un reconocido homenaje al horror de H.P. Lovecraft, el cyberpunk de Neal Stephenson y el thriller de espías de Len Deighton. Una novela simpática y muy original que deviene en un completo pasapáginas.
Por último, cabe señalar que la novela principal ha sido traducida por Blanca Rodríguez y la corta por Antonio Rivas y ambas se complementan con un epílogo del autor alusivo a historias secretas y organizaciones ocultas, un texto serio y ordenado que sirve de contrapunto a la ficción.
El jefe Angleton invoca un código azul y convoca de urgencia un gabinete de crisis. En la localidad inglesa de Milton Keynes, a unos 100 km de Londres, una vaca ha aparecido calcinada por un basilisco de clase III. Sin tiempo para ponerse debidamente en antecedentes –una práctica habitual en la Lavandería, que sus jefes justifican en la necesidad de evitar actuar siguiendo ideas preconcebidas– Bob se dirige en helicóptero al lugar de los hechos mientras consulta informes militares clasificados relativos a experimentos de inducción al gorgonismo.
Novela corta de un centenar de páginas que incide en los aspectos más sobresalientes de la serie: una trama disparatada pero bien documentada en contenidos (semi)científicos, un protagonista chispeante, abundante humor sardónico, secundarios de lujo (como Fred de Contabilidad, que lleva más de un año muerto y por eso trabaja en el turno de noche), frases geniales y un estilo singular completamente enfocado hacia la diversión. Todo ello se complementa, en esta ocasión, con informes históricos, científicos y militares perfectamente ambientados.
Valoración: Notable