«Unicornio» es una historia que se compone de nueve, pero el tiempo y el espacio que las separan son tan grandes que es preciso conceder a cada una cierta autonomía de relato. El narrador es siempre Tatí, transmutado en unicornio por voluntad propia, un personaje omnisciente dentro de su mundo que expone a una audiencia imaginaria (acaso sólo él mismo) las distintas fases de su proceso de transformación, que dará lugar a una cosmología privativa más deudora de «Hacedor de estrellas» de Olaf Stapledon que «Neuromante» de William Gibson
Unicornio
«Unicornio» es una historia que se compone de nueve, pero el tiempo y el espacio que las separan son tan grandes que es preciso conceder a cada una cierta autonomía de relato. El narrador es siempre Tatí, transmutado en unicornio por voluntad propia, un personaje omnisciente dentro de su mundo que expone a una audiencia imaginaria (acaso sólo él mismo) las distintas fases de su proceso de transformación: desde el suceso que le hizo descubrir una nueva concepción de la realidad ("Moebius"), pasando por la radical potencialidad de las entidades uve ("La carta de Jacobs"), los ecos del experimento de la primera ciudad virtualizada ("Caribou"), las luchas corporativas y nuevos avances en realidad virtual ("Olor"), el descubrimiento del generador uve ("Keiretsu"), la creación de La Esfera de información ("Casiopea"), el viaje sin retorno de la nave de los doce millones de viajeros ("Iceberg"), para llegar, finalmente, a su definitiva conversión en entidad uve o digital ("El unicornio").
«Unicornio» no es, por tanto, una auténtica novela sino una colección unitaria de relatos cortos o muy cortos vertebrados en torno a un mismo eje de coordenadas: Tatí. Un ser singular, cuya extrema fealdad física unida a un carácter enfermizamente esquivo le condenaron a una existencia solitaria que él mismo se encarga de alimentar gracias a una omnipresente misoginia y misantropía. No es extraño que abrace, en cambio, el nuevo espacio virtual como extensión de la realidad material y, con el tiempo y su genialidad puesta al servicio de sus propios intereses personales, llegue a convertirse en un poderoso magnate de la nueva Esfera y acumular un poder similar al de un dios.
«Unicornio» reflexiona en torno a la idea de virtualidad, objetos y experiencias del universo digital que para el sujeto activo pueden llegar a ser indistinguibles del mundo material. Lo real es lo que se percibe, ya sea con los sentidos o con la mente conectada a un generador de entornos virtuales. En ese espacio ilusorio pero real el tiempo carece de importancia; por eso Tatí recuerda, con cierto desapego por las formas humanas y desde un futuro remoto y atemporal, fragmentos de acontecimientos relevantes de su pasado y cómo éstos afectaron a ciertos personajes con los que mantuvo relación, pero nunca la descripción directa y pormenorizada de los hechos. Tatí, convertido ya en unicornio y único habitante de su propio universo-isla, culmina la fusión de tecnología y cosmos, materia e intelecto, realidad y código, para dar lugar a una cosmología privativa, más deudora de «Hacedor de estrellas» de Olaf Stapledon que «Neuromante» de William Gibson.
Antonio Dyaz es escritor, productor, compositor y cineasta. Mientras ultima el que será su tercer largometraje, prosigue con su labor al frente de la revista digital de cine independiente y de autor Autocine. En este volumen de relatos Dyaz hace gala de una notable capacidad para el cambio de registro, demostrando su ambición, versatilidad y calidad narrativa aunque sin llegar al virtuosismo del estilista. Con personalidad y notable claridad expositiva, ofrece en cada relato nuevas pinceladas de un gran fresco que se adivina de fondo aunque nunca llegue a protagonizar un primer plano. Personajes secundarios que entran y salen de escenario sin apenas influir en la trama –como Beverly, que más tarde adoptará el rol de Lady Vapor-, ni una historia que tal vez hubiera sido más conveniente desarrollar en forma de novela, estructurando escenas, coordinando mejor los personajes, fijando el canónico presentación, nudo y desenlace.
El prólogo de Pedro Maestre parece describir un “enfant terrible” de la literatura, una especie de Michel Houellebecq español cuando lo cierto es que Dyaz es mucho menos hermético y más moderado en sus planteamientos estéticos. El libro se acompaña de un pequeño glosario de términos que describen y ayudan a entender mejor el muy original cyberpunk cosmológico ideado por el autor.
La colección Nostromo de la joven editorial Neverland Ediciones ha publicado también la interesante antología «La transformación» del búlgaro Khrosto Poshtakov y la novela «Pluma de león» del cubano Yoss.
Incluye:
Un hombre solitario, repulsivo y algo desequilibrado, acostumbrado a ejercer de voyeur, se encariña de un gato al que apoda Moebius -el nombre no es casual-, un animal de inusual carácter metódico y ordenado. El hombre es ingeniero genético y construye sus propios juguetes, una especie de Sebastian de «Blade Runner» que vive rodeado de alta tecnología e ingenios mecánicos autónomos o teledirigidos que asustan a sus esporádicas amantes. Un día instala una cámara en el felino para grabar así sus correrías nocturnas, y poco a poco comienza a obsesionarse con las imágenes que obtiene. En especial con las de una mujer desnuda por la que siente una extraña fascinación; ella, consciente del objetivo, acepta participar en el juego. Hasta que una noche el hombre decide seguir al animal.
Relato publicado originalmente en el volumen sexto de las antologías Artifex coordinadas por Luis G. Prado y Julián Díez, apenas modificado para contener breves referencias al nuevo marco espacio-temporal establecido por Tatí. Se trata de uno de los cuentos con un estilo más marcado, cuya temática corresponde en realidad al fantástico y no a la ciencia ficción. El narrador destila un erotismo creciente y morboso que culmina en un desenlace que, naturalmente, cierra circularmente la historia.
Valoración: Muy Interesante
Todo comenzó con la publicación en el SF Weekly de una carta de amor dirigida a Jacobs en la que el alcalde de San Francisco -un antiguo diseñador de objetos uve- anunciaba su suicidio por despecho. Pero Jacobs no es una persona sino un software de estimulación sensorial, un programa modificado según sus patrones genéticos para provocarle una respuesta amorosa de inusitada intensidad.
Relato corto que contiene una historia, en esencia, muy simple pero dotada de una buena ambientación. Las matrices, objetos virtuales que interaccionan con el ciudadano que posea el implante adecuado, enriquecen la realidad (idea reflejada en cuentos de Vernor Vinge como “Acelerados en el instituto de Fairmont”) y comienza su generalización en ciudades como San Francisco gracias a la diversificación de los generadores uve.
Valoración: Interesante
Farek es designado por el consejo de La Espora para llevar a cabo una misión. Mientras recorre altos edificios en ruinas, unos labios femeninos musitan palabras que sólo él puede escuchar.
Relato de clara ambientación cyberpunk, que alterna imágenes oníricas producto de la realidad virtual (unicornios, visiones fugaces del mar y otras escenas que escapan al entendimiento) con instantes de creatividad de efímera belleza. Un cuento que se queda en sutil sugerencia de una historia de fondo acaso más compleja. Fue adaptada al cine en forma de cortometraje codirigido por el autor y Manuel Sanjurjo.
Valoración: Regular
Caribou es una pequeña localidad de la costa este estadounidense donde tuvo lugar la primera experiencia de virtualización a gran escala. Tras una formidable ventisca que arrasó la mayoría de sus edificios antiguos y acabó con la vida de parte de sus últimos habitantes, la población se transformó casi en un pueblo fantasma; sobre sus ruinas Beverly, una nativa y reputada diseñadora virtual, erigió el nuevo Caribou. Años más tarde, Beverly regresa a los lugares hollados en su juventud para enfrentarse a los fantasmas del pasado. Desea volver a ver a Tommy, su antiguo amor asesinado por su propio padre, y visitar a la vieja Jane, quien asegura hablar a diario con los muertos, pues en Caribou los muertos siguen presentes y los sucesos del pasado acontecen una y otra vez congelados en el tiempo, como en una cinta de Moebius.
“Caribou” es un relato que incide más en su faceta evocadora que argumental. Un cuento de estilo perfecto que nos habla de emociones y sentimientos, el más descriptivo, personal y, a mi juicio, con mayor calidad literaria de los contenidos en la presente antología. Dyaz apenas precisa unas pocas líneas para trazar imágenes de fuerte contenido poético y nostálgico, extrañamente emparentadas con el realismo mágico, en las que cabe apreciar su influencia como cineasta. Elementos reales y virtuales entremezclados en rica pero inestable armonía.
Valoración: Notable
Yu es jefe de operaciones en La Esfera. Antes de retirarse al mundo uve gustaba narrar historias, como aquella sobre la demostración a un grupo de inversores –entre los que se encontraban presentes Tatí y Lady Vapor- de que el problema del olor en realidad virtual estaba definitivamente resuelto.
Relato de ambientación cyberpunk que emplea personajes japoneses y un lenguaje repleto de neologismos para evidenciar un universo en el que la tecnología domina la realidad. Tecnología, sexo explícito y un argumento bastante pobre.
Valoración: Regular
Keiretsu es una palabra japonesa que designa un ecosistema digital en el que las estructuras financieras juegan el papel de las diferentes especies naturales. Se trata de un relato excesivamente deudor en lo argumental de los precedentes, casi tanto que apenas se sostiene por sí mismo. En realidad, es un texto puente entre los previos y los siguientes, con el único interés de detallar el descubrimiento del generador uve por parte de Tatí, un invento que revolucionó el concepto de realidad virtual y obligó a replantear todo el sistema de valores morales.
Valoración: Interesante
Tatí continúa su progresiva transformación en unicornio, el primer ser enteramente virtual, y cómo ello afecta a su psique. Vive aislado del mundo en una lujosa estación espacial construida sobre el asteroide Ícaro y recuerda la época de confusión que sobrevino a la fundación de La Espora, un inmenso generador de entornos virtuales. Cierto día encuentra una mujer en uno de los corredores: es Casiopea, una mujer de belleza arrebatadora pero dotada de un halo fantasmal; no en vano, durante los breves instantes en los que se paseó por la estación, las estrellas de la constelación que lleva su nombre desaparecieron del firmamento.
“Casiopea” muestra el extraño influjo del ciberespacio, a imitación perfecta e inmutable de la existencia natural (¿por qué, si es posible saltarse las barreras impuestas por las leyes de la física?). Un relato que despierta notas de soledad, amor, poesía y más sexo, intercalado con algunas referencias a la mitología clásica. Una historia que se inicia como «Neuromante» y termina siendo «Solaris».
Valoración: Muy Interesante
Iceberg es un trozo de hielo que flota en la inmensidad del cosmos, un vehículo que discurre por una supercuerda en un viaje sin fin. En su interior, cilindros que contienen millones de cuerpos en animación suspendida, una arquitectura orgánica que surca el espacio a la espera de colonizar un nuevo mundo; el medio del que se sirve Tatí para disfrutar de una realidad virtual eterna.
Dyaz escribe una breve historia de ciencia ficción dura, un fuerte cambio de registro sin llegar a modificar realmente su estilo. Sorprendente.
Valoración: Interesante
Historia que culmina la transformación de Tatí en unicornio. ¿Código o carne, cual es la diferencia? Tatí carece de cuerpo y, sin él, el tiempo y la muerte son relegados al olvido. Eternidad a cambio de solipsismo digital.
Valoración: Interesante
