El tiempo y la desafección han hecho mella en la joven pareja formada por Eloy e Irene. Él es escritor, aunque lleva dos años sin publicar ni recibir emolumentos por su trabajo, mientras que ella regenta un conocido restaurante de comida rápida. Ambos se aprestan a cenar en el lujoso apartamento del jefe de Irene, en la exclusiva Torre de Valencia; Bernal Ruggeri es presidente de un grupo empresarial propietario de una cadena de restaurantes y franquicias de hostelería, es sabido de su intención de delegar en un nuevo director gerente para dedicar más tiempo a su familia y esta puede ser la gran oportunidad que Irene estaba esperando.

Sin embargo, un elemento extraño, anacrónico y repugnante viene a quebrar la rígida etiqueta con la que se estaba celebrando este acto social: de forma inexplicable, una plaga de langostas ha venido volando desde África para asolar el centro de Madrid. Primero ejemplares aislados que irrumpen en la rutina y cotidianeidad de los ciudadanos, luego caóticas oleadas que toman las calles y enfurecen a conductores y viandantes por los pequeños inconvenientes que ocasionan, y finalmente una invasión de ortópteros que colapsa la capital para convertirse en una grave amenaza.

Este relato levemente fantástico y con vocación de auténtica crítica social da cuenta de un acontecimiento insólito, un hecho aparentemente disparatado que inculca un temor irracional a seis personas aisladas en el ballardiano escenario de una torre de apartamentos de lujo. Seis personajes a la deriva en busca de un cambio de rumbo en sus vidas, que ejemplifican de manera magistral la hipocresía, egoísmo y superficialidad de nuestra sociedad occidental contemporánea:.

Eloy es introspectivo, observador y cáustico, porque ya nada tiene que perder; la nueva situación le permite mostrarse festivamente subversivo aunque también asumir un inesperado rol de persona responsable. Irene, en cambio, es perspicaz y controladora, demasiado ambiciosa para dejar escapar la oportunidad de su vida. Por su parte, Bernal se comporta como un ser despreciable que se aprovecha de las debilidades de los demás. Su embarazada esposa prefiere vivir al margen de cualquier complicación, su hijo adolescente habita un mundo propio de videojuegos y redes sociales, y la sufrida criada sudamericana se limita a trabajar y preocuparse por el bienestar de su hija.

La trama da lugar a una vasta panorámica de relaciones humanas, tanto sociales y familiares como laborales y de pareja, con una tensión in crescendo que traspasa diferentes umbrales de incredulidad, horror y terror en un ejercicio de demolición sin límites del que resulta imposible volver atrás. Todo ello adquiere forma de un magnífico thriller en donde se suceden los misterios y las revelaciones, afloran los secretos ocultos y el argumento alcanza cumbres altamente climáticas, sin desdeñar el esporádico alivio de un episodio tragicómico.

El apocalipsis que muestra esta historia es más social e individual que de especie; no es el fin del mundo pero sí un cambio de estadio, al menos para los personajes involucrados. La frontera de convencionalismos e hipocresías que los separan se redibuja con cada nueva situación o secreto desvelado, que acentúa su carácter hasta llegar a un clímax donde los roles se intercambian y los desahuciados –que se adaptan mejor a los tiempos convulsos– asumen el papel de héroes mientras que los poderosos caen cual estatuas de barro. En la catarsis final hay locura, sacrificio y esperanza, y una criatura a punto de nacer que representa a la nueva humanidad temerosa de perder su privilegiada posición de preeminencia en el mundo.

«Coronación» es una pieza valiente y sofisticada en la que parecen intuirse algunos interesantes detalles autobiográficos. Un relato realista y extraordinariamente satírico, que pone de relieve una involución a los instintos más primarios de nuestra sociedad. Un texto de gran intensidad dramática encarnado por escasos personajes en un entorno limitado, ideal por tanto para ser representado en una obra de teatro o película de moderado presupuesto.

Valoración: Excelente

Dimas es el encargado de mantenimiento de una urbanización en una pequeña isla de las Baleares, un complejo que abarca varias construcciones arracimadas junto al mar. Es un hombre de mediana edad, afable y trabajador, que gusta charlar con compañeros y vecinos, y que mantiene una discreta relación con Elena, chef de un famoso restaurante local, aunque en realidad sueñe con otra mujer.

Un día encuentra un antiguo reloj en una cañería atascada, cubierto de una película pegajosa que desprende un fuerte olor. Esa misma noche se suceden en todo el mundo una oleada de micro-terremotos que provocan graves daños y cortes en el suministro eléctrico, de comunicaciones y otros servicios básicos. En las horas siguientes, los sismos se repiten y aparecen por doquier grietas por las que supura una extraña sustancia; aunque los turistas intentan abandonar asustados la isla, nadie puede escapar al caos porque el aeropuerto se encuentra cerrado por daños. Dimas es testigo entonces de numerosos accidentes y muertes provocadas por personas enloquecidas o que parecen haber perdido completamente su voluntad de vivir, en una espiral de horror, apatía y desenfreno que afecta por igual a adultos, ancianos y niños.

En este nuevo mini-apocalipsis o catástrofe global de baja intensidad, la humanidad se sume en una bacanal de locura en donde retorna a su esencia más primitiva y feral. Los individuos cruzan los límites erigidos por siglos de educación y normas sociales, y se da rienda suelta a los deseos más salvajes pero también a una extraña e inexplicable abulia. Desaparece el mundo tal y como lo conocemos; es decir, un lugar predecible, estable y, hasta cierto punto, seguro, pese a que el protagonista –al igual que ocurriera en la pre-apocalíptica Un minuto antes de la oscuridad– intente aferrarse con desesperación a su humanidad y sus rutinas, incapaz de hacer frente al rumbo de los acontecimientos.

Esta historia pone de relieve todo el horror al que puede alcanzar la especie humana, más por omisión que por propia acción: la falta de empatía y solidaridad, la pasividad frente a la desgracia, la alienación. También ofrece espacio para las revelaciones personales y las catarsis de unos personajes, Dimas y Elena, maltrechos por sus fracasadas relaciones afectivas y que se han jurado no amar a nadie nunca más. A este respecto, el reloj que encuentra Dimas la fecha de autos puede simbolizar, entre otras cosas, el momento de hacer balance a su existencia.

El relato cuenta, además, con algunos elementos de inspiración claramente sobrenatural: grietas que se abren y cierran en segundos, un magma que adquiere propiedades fantásticas, casi como si se tratara de un ser vivo consciente y poseedor de una cierta inteligencia maligna, que van mucho más allá de la hipótesis de Gaia para adentrarse en un resbaladizo terreno esotérico.

Valoración: Muy Notable

Asís disfruta de una estimulante escapada de fin de semana junto a su amiga Bárbara: naturaleza, buena gastronomía y sexo; sin embargo, siente que las cosas no van del todo bien. Tras cenar en un mesón rústico, en el camino de regreso al hotel rural donde se alojan encuentran a un grupo de aficionados a la astronomía que observan la llegada de un meteorito de gran tamaño recientemente descubierto por la NASA.

Días después Asís se comporta de manera errática. Algo les ocurrió aquella noche, cuando sobrevivieron al impacto cercano del meteorito aunque ya nunca fueron los mismos. Entre recuerdos fragmentarios, Asís se desmorona con evidentes síntomas de agotamiento físico y mental, obsesionado con la idea de que el aerolito podría transportar esporas extraterrestres que darían origen a una infección fúngica global. Un delirio que le empuja a localizar a otros posibles infectados, en busca de pruebas de una invasión alienígena.

Esta novela corta transcurre en dos planos temporales: los instantes previos al avistamiento del meteorito y los días posteriores a tan traumática experiencia; realmente, en ningún momento se explicita el choque sino que tan solo se exponen sus secuelas, que provocan en Asís supuestas alteraciones en la conciencia que en nada se diferencian de un cuadro de esquizofrenia paranoide, por lo que la duda en el lector persiste hasta el final.

Nos encontramos de nuevo ante un apocalipsis personal que emplea uno de los tropos más clásicos de la literatura de ciencia ficción. Sin embargo, la trama deviene poco a poco en un tenso thriller de “asesino en serie” dotado de algunos elementos macabros, grotescos y denodadamente weird, en particular su lisérgico desenlace. Con todo, incluye algunas frases increíblemente bellas, como: “Dos amantes bajo un piélago que desbordaba los límites de su mirada”.

Valoración: Notable